El Gobierno de Irán ha anunciado este lunes sanciones contra «individuos e instituciones» en territorio de países de la Unión Europea (UE) y en Reino Unido, incluida la emisora Radio Farda y la revista satírica francesa ‘Charlie Hebdo’, en respuesta a las críticas y medidas punitivas contra Teherán por las protestas desencadenadas en septiembre a raíz de la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo.
El Ministerio de Exteriores iraní ha publicado sendos comunicados a través de su página web para detallar las personas e instituciones sancionadas y ha recalcado que la medida «lleva en el marco de las normas y mecanismos de sanciones relevantes» a modo de «acción recíproca».
Así, ha cargado contra la UE por sus «acciones deliberadas a la hora de apoyar el terrorismo y a grupos terroristas, incitar al terrorismo, la violencia y la difusión del odio, lo que ha provocado disturbios, violencia, actos terroristas y violaciones de los Derechos Humanos contra el pueblo iraní, sometido a sanciones».
En este sentido, ha desvelado que los sancionados son, además de Radio Farda y ‘Charlie Hebdo’, la emisora Zamaneh, las empresas WETCO y Gidlemeister Projekta, a las que acusa de «participar en la producción de armas químicas usadas por el régimen de Saddam Hussein (durante la guerra entre 1980 y 1988), y a varios políticos alemanes y franceses, incluidas la expresidenta del Parlamento Rita Sussmuth y la exministra de Defensa Annegret Kramp-Karrenbauer.
«Irán recuerda las obligaciones de la UE y de los respectivos gobiernos de estas personas e instituciones que el apoyo, facilitación o fracaso a la hora de abordar las acciones de estas personas e instituciones sería una violación de sus obligaciones internacionales del bloque y sus estados miembro por la que tendrían que rendir cuentas», ha argüido.
Por otra parte, ha resaltado que las sanciones contra personas y entidades en Reino Unido es igualmente «una acción recíproca» por los mismos motivos citados en el caso de las medidas contra la UE y ha añadido que todo ello implica «una prohibición en la entrega de visados y la imposibilidad de entrar en Irán y la confiscación de sus propiedades y bienes en el territorio bajo jurisdicción de la República Islámica».
La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó recientemente que más de 300 personas han muerto desde el inicio de las protestas, en el que supuso el primer balance oficial desde el inicio de las movilizaciones por la muerte de Amini, miembro de la minoría kurda iraní. La cifra es inferior a la facilitada por ONG, que apuntan a más de 400 muertos a causa de la represión por parte de las fuerzas de seguridad.