El ministro del Interior de Corea del Sur, Lee Sang Min, se ha sumado este martes a la lista de perdones públicos por la avalancha humana que se cobró la vida el pasado sábado de más de 150 personas en Seúl, asumiendo que las autoridades tienen una «responsabilidad infinita» en este tipo de incidentes.
«Pido disculpas por el hecho de que este accidente ocurriese a pesar de que el Estado tiene una responsabilidad infinita en la seguridad de la población», ha dicho Lee durante una sesión en el Parlamento en la que ha inclinado la cabeza como gesto de respeto a las víctimas y sus familias.
La labor policial ha sido puesta en duda, en la medida en que no había ningún tipo de control de aforo en el barrio de Itaewon, donde las calles estaban abarrotadas. Lee ha prometido trabajar para evitar que este tipo de tragedias se repitan, según la agencia Yonhap.
Se suma así a los compromisos planteados públicamente por la Policía y por el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, que este martes ha reconocido la necesidad de mejorar la vigilancia en grandes aglomeraciones, por ejemplo mediante el uso de nuevas tecnologías como drones.
Yoon, que ha visitado en varias ocasiones los lugares donde se han colocado ofrendas en memoria de las víctimas, ha reclamado «medidas profundas» en lugar de centrarse «en si el evento tenía un organizador u otro».
