La petrolera británica BP contabilizó unas pérdidas netas atribuidas de 13.290 millones de dólares (13.387 millones de euros) durante los nueve primeros meses del año, lo que contrasta de forma notable con el beneficio de 5.239 millones (5.277 millones de euros) registrado durante el mismo periodo del año anterior, según se desprende del informe de resultados publicado por la empresa este martes.
A nivel contable la empresa ha reconocido un impacto negativo antes de impuestos de 39.400 millones de dólares (39.677 millones de euros) durante el periodo acumulado del año. Dicho impacto tiene que ver en buena medida con la salida del mercado ruso de la empresa a raíz de la guerra, que supuso un impacto negativo de 24.000 millones de dólares (24.175 millones de euros).
No obstante, el resultado subyacente de BP ajustado por costes de reposición alcanzó los 22.846 millones de dólares (23.011 millones de euros) durante el periodo de referencia, cerca de tres veces más que un año antes.
Las ventas totales de la petrolera durante el periodo enero-septiembre alcanzaron los 178.535 millones de dólares (179.861 millones de euros), un 59% más con respecto al mismo periodo del año anterior. Por el lado de la deuda neta, la compañía ha notificado una reducción del 31% en comparación con el año pasado, hasta los 22.002 millones de dólares (22.159 millones de euros).
MENORES PREVISIONES DE CARA AL CUARTO TRIMESTRE La petrolera también ha informado de una revisión a la baja en las previsiones de producción para las actividades de exploración y producción en el cuarto trimestre, así como unos menores márgenes de comercialización y volúmenes estacionalmente más bajos y unos precios de petróleo elevados.
Asimismo, la empresa señala un «elevado nivel de incertidumbre» por la guerra en Ucrania y las presiones inflacionsitas. En el área de refino, BP espera que los márgenes se mantengan elevados, cuyos beneficios se verán parcialmente compensados por los elevados precios de la energía, entre otros factores.
