Una jueza de Bahamas ha negado la libertad bajo fianza a Sam Bankman-Fried, fundador de la quebrada plataforma de compraventa de criptomonedas y otros activos criptográficos FTX, detenido el martes en el país tras una «notificación» de Estados Unidos y de cara a su posible extradición.
La jueza Joyann Ferguson-Pratt ha indicado tras una vista que ha durado varias horas que existe un elevado riesgo de fuga que impide que Bankman-Fried pueda beneficiarse de una liberación bajo fianza, según ha recogido el diario ‘The Nassau Guardian’.
Así, ha ordenado que permanezca bajo custodia hasta el 8 de febrero tras su detención en su residencia en Albany, Nassau. El fiscal general de Bahamas, Ryan Pinder, dijo el martes que «en el momento en el que se haga una petición formal de extradición, Bahamas planea tramitarla rápidamente».
Las autoridades estadounidenses han imputado ocho cargos a Bankman-Fried, incluida conspiración para malversar fondos de clientes, mientras que el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), Gary Gensler, ha acusado al detenido de «construir un castillo de naipes con pilares de mentiras», tal y como ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.
FTX anunció a mediados de noviembre que había decidido acogerse a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos para llevar a cabo de manera ordenada el proceso de evaluación y liquidación de activos en beneficio de las partes interesadas. Así, explicó que el proceso de FTX Group incluye a FTX US, así como a la firma comercial Alameda Research y un total de 130 entidades afiliadas.
La solvencia de FTX había quedado en entredicho después de que su rival Binance decidiera dar marcha atrás en su intención de acudir al rescate de la plataforma, después de haber realizado la diligencia debida y ante la apertura de investigaciones por agencias gubernamentales en Estados Unidos.
Previamente, en una conferencia con inversores, Bankman-Fried, todavía consejero delegado de FTX, había cifrado en unos 8.000 millones de dólares (una cifra similar en euros) el agujero de la plataforma, incluyendo la necesidad de alrededor de 4.000 millones de dólares para que la firma pudiera mantener su solvencia.