El nuevo Gobierno de Dinamarca, formado por la primera coalición de izquierdas desde los años 70, ha propuesto este viernes eliminar uno de los festivos nacionales para aumentar el presupuesto destinado a Defensa en plena invasión rusa de Ucrania.
La medida, que ha cosechado críticas rápidamente, ha sido impulsada por el Gabinete de la primera ministra, la socialdemócrata Mette Frederiksen, que ganó las elecciones celebradas el pasado 1 de noviembre y ha señalado que la decisión beneficia al país.
Así, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de eliminar el Store Begedag, el día de la Gran Oración o Día de Oración General, una fiesta danesa que se celebra el cuarto viernes después de Pascua debido al peligro que supone la situación política y económica global. Dicho festivo se introdujo por primera vez en 1686.
El Gobierno ha explicado que retirar dicho festivo permitirá aumentar la actividad económica y la productividad y ayudará a lograr el objetivo de destinar el 2 por ciento del presupuesto en Defensa a la OTAN.
Sin embargo, la medida ha sido criticada por numerosos políticos, así como por la Iglesia y varias empresas, que aseguran que le festivo está vinculado a viejas tradiciones, según informaciones del diario ‘Berlingske’.
Frederiksen, por su parte, ha insistido en que «hay una guerra en Europa y tenemos que reforzar nuestras defensas. Eso requiere que todo el mundo contribuya un poco más», ha subrayado.