«Una locura»
El capitán de la selección de Argentina, Leo Messi, calificó de «locura» la final del Mundial de Catar 2022 ante Francia, que se decidió en los penaltis, y explicó su presentimiento divino de que era el día para conquistar su primera Copa del Mundo.
«Sufrimos pero lo conseguimos»
«Se hizo desear pero acá llegó. Es hermosa esta copa. Sufrimos un montón, pero lo conseguimos. No vemos la hora de estar en Argentina para ver la locura que va a ser eso», dijo en declaraciones a la Televisión Pública del país sudamericano, recogidas por Europa Press, después de la final en Lusail.
«Lo deseaba muchísimo»
El ’10’ volvió a tirar de los suyos con el gol de penalti que abrió la lata y con el 3-2 en el prórroga que tampoco fue definitivo por culpa de un gran Mbappé. «Es una locura que se haya dado de esta manera. Lo deseaba muchísimo. Sabía que Dios me lo iba a regalar, presentía que iba a ser esta. Ahora, a disfrutar», apuntó.
«Cerrar así mi carrera es algo impresionante»
«Fue un partido muy raro, nos pusimos 2-2 como con Holanda y con ventaja en la prórroga, pero bueno, gracias a Dios se me dio todo y casi cierro mi carrera. Cerrar de esta manera es algo impresionante», añadió un emocionado Messi.
«No hay nada después de esto»
El jugador del PSG, ex del Barça, reconoció que encamina el tramo final de su carrera con el palmarés más que resuelto. «No hay nada después de esto ¿Qué va a haber? Después de conseguir la Copa América y el Mundial, se me dio casi al final de mi carrera, pero por otro lado me encanta el fútbol, lo que hago lo disfruto, disfruto de la selección», afirmó.
«Es hora de disfrutar»
«Esta (la Copa) la quieren todos, es el sueño de chiquito de cualquiera. Tuve la suerte de haber conseguido de todo en mi carrera y ahora esto va para allá para disfrutarla con ustedes. Obviamente no me voy a poner a repasar partidos, teníamos que ser campeones y lo somos. Es hora de disfrutar», añadió.
Ganas de ir a Argentina
Por otro lado, Messi reconoció las ganas suyas y de todo el plantel de volar a Buenos Aires y celebrar el título con la afición de un país que vibra en las calles por la tercera estrella, 36 años después de la segunda. «Mi último partido de un Mundial, que la gente me espere que tengo ganas de ir a disfrutar para allá», terminó.