La comisión especial de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 ha aprobado este lunes por unanimidad solicitar la imputación del expresidente Donald Trump por tres delitos: incitar o ayudar a una insurrección, obstrucción de un procedimiento oficial del Congreso, conspiración para engañar al Estado y conspiración para dar falso testimonio.
El resumen ejecutivo del informe de la comisión leído este lunes describe con detalle cómo Trump intentó doblegar, presionar o engatusar a cualquiera que no se plegara a su intento de impedir su derrota en las elecciones presidenciales pese a saber que muchas de esas maniobras eran ilegales, por lo que consideran que es responsable último de la «insurrección» con sus mentiras a la opinión pública.
Trump intentó cambiar el resultado mediante la intervención de cargos públicos en los estados clave, de responsables del Departamento de Justicia, de legisladores estatales y otros funcionarios.
«Diseminó intencionadamente acusaciones falsas de fraude» para evitar la victoria de Joe Biden. «Estas afirmaciones falsas provocaron que sus simpatizantes hicieran uso de la violencia el 6 de enero», destaca la comisión.
El discurso y la postura de Trump fueron «premeditadas» porque sabía que las acusaciones de fraude eran falsas pese a lo cual no le importó seguir difundiéndolas. «La decisión del presidente Trump de declarar falsamente su victoria en la noche electoral y de pedir que se parara el recuento ilegalmente no fue espontánea. Fue premeditada», subraya el texto.
PIDE INVESTIGAR A CONGRESISTAS REPUBLICANOS Además, el informe insta a que la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes investigue a varios congresistas republicanos que se negaron a colaborar con la investigación. Entre ellos están el portavoz republicano, Kevin McCarthy, así como los congresistas Jim Jordan, Scott Perry y Andy Biggs, quienes podrían ser sancionados.
«Si se les deja indemnes se cuestionaría la competencia del Congreso para investigar en apoyo a su autoridad para legislar e insinuaría que los congresistas pueden desdeñar obligaciones legales preceptivas para los ciudadanos corrientes», ha advertido.
La comisión ha votado en una sesión pública final sobre la presentación de cargos penales basándose en una larga investigación. Sin embargo, el informe final de la comisión no será publicado hasta el miércoles próximo.
La comisión está formada por ocho miembros de la Cámara de Representantes –seis de ellos demócratas– e investiga el asalto al Capitolio por parte de partidarios de Trump durante la confirmación protocolaria de la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020.
La petición se trasladará ahora al Departamento de Justicia, que investiga también a Trump en paralelo por su implicación en esos incidentes, que se saldaron con la muerte de cinco personas. Cuatro más se suicidaron tras los hechos.
La aprobación de esta recomendación no tiene efectos judiciales concretos, pero supone un hito histórico porque es la primera vez que el Congreso ha solicitado imputar a un expresidente.
REACCIONES El propio Trump ha tardado más de una hora en reaccionar a través de un mensaje en su red social, Truth Social, en un mensaje en el que ha cargado contra la vicepresidenta de la comisión de investigación, la republicana Liz Cheney.
«¡…Pero Liz Chaney (sic) perdió por un récord de 40 puntos!», ha espetado en referencia a su derrota en las primarias republicanas de agosto por una candidata respaldada por Trump, Harriet Hageman, por 37,4 puntos de diferencia.
Los demás mensajes publicados por Trump en las últimas horas no tienen nada que ver con la comisión de investigación, sino con la posible derogación del Título 42, una de las bases de su política migratoria, y con las noticias sobre la gestión de contenidos de Twitter durante la campaña electoral presidencial de 2020.
El domingo Trump criticó a la comisión por ser «muy partidista» y denunció que sus miembros estaban «filtrando ilegalmente» información confidencial. «¿Cuánto más van a aguantar los republicanos y los patriotas estadounidenses en general que esto siga ocurriendo?», se preguntó.
También tras la votación, la Casa Blanca ha destacado el «importante trabajo bipartidista» de la comisión –formada por seis demócratas y dos republicanos considerados contrarios a Trump–, pero no ha querido profundizar más en los hechos.
«Desde el principio hemos sido muy claros y hemos dicho que lo que ocurrió el 6 de enero fue el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil y el presidente ha sido muy claro: nuestra democracia sigue bajo amenaza», ha declarado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean. «Todos tenemos que protegerla», ha apostillado.
Por su parte, el presidente de la comisión, Bennie Thompson, ha afirmado que está «convencido» de que Trump será imputado con la ayuda de las pruebas reunidas por la comisión de investigación. «La comisión lo ha estudiado mucho y en profundidad y desde mi posición no podíamos hacer otra cosa que pedir la imputación», ha afirmado Thompson en declaraciones a la CNN.
Fuente: (EUROPA PRESS)