El primer ministro de Portugal, António Costa, ha admitido este miércoles que su Gobierno «evalúa» actualmente el mantenimiento de la medida que permite a los ciudadanos extranjeros obtener un permiso de residencia si, por ejemplo, realizan una gran inversión inmobiliaria.
«Hay programas que actualmente estamos evaluando y uno de ellos es el ‘visado dorado'», ha dicho Costa, quien cree que «probablemente ya cumplió su función» y ahora «no se justifica», según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Lusa.
El debate sobre los pasaportes o los visados ‘dorados’ dentro de la UE ha crecido este año, a raíz de la invasión de Ucrania y de la utilización que tradicionalmente habrían hecho los oligarcas rusos de una herramienta con la que varios Estados miembro aspiran a atraer inversiones.
La Eurocámara reclamó en marzo a la Comisión Europea un plan específico para evitar subterfugios y, en el caso de medidas como la portuguesa, proponía mayores controles de antecedentes de los solicitantes y requisitos mínimos de residencia y participación en los países de destino, así como la obligatoriedad de que los Estados miembro elaboren informes periódicos.