El aún presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, estaría decepcionado y dolido con los máximos responsables de las Fuerzas Armadas por no haber apoyado públicamente a quienes desde su derrota en las urnas se apelotonan a las puertas de los cuarteles exigiendo un intervención militar de las instituciones.
Con quien estaría más enfadado, según informa el portal de noticias Metrópoles, es con el general Walter Braga Netto, quien en estas elecciones partía como su candidato a vicepresidente, ya que le habría prometido que lograría convencer a las Fuerzas Armadas para invocar el Artículo 142 y dar un golpe de Estado.
En ese sentido, Braga Netto habría estado incluso dando posibles plazos a Bolsonaro de cuándo los militares cumplirían con los deseos de los miles de personas que han estado protagonizando bloqueos y violentas protestas desde que Luiz Inácio Lula da Silva venció el pasado 30 de octubre.
Si bien esas movilizaciones aún continúan, las últimas que tuvieron lugar en Brasilia hace una semana con motivo de la entrega de las credenciales a Lula por parte del Tribunal Superior Electoral (TSE), dejaron varios vehículos y mobiliario incendiado e incluso intentos de tomar una sede de la Policía Federal.
Como consecuencia de aquello, el Tribunal Supremo ordenó llevar a cabo un centenar de operativos contra los sospechosos de instigar y participar en aquellas movilizaciones antidemocráticas, llegando incluso a requisar varias armas de fuego. Entre los objetivos estaban algunos políticos cercanos a Bolsonaro.
Fuente: (EUROPA PRESS)