Estados Unidos se ha congratulado este miércoles del acuerdo al que han llegado el Gobierno de Etiopía y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) para el cese las hostilidades.
«Acogemos con beneplácito el paso trascendental dado hoy en Pretoria para hacer avanzar la campaña de la Unión Africana (UA) para ‘silenciar las armas’ con la firma de un cese de hostilidades entre el Gobierno de Etiopía y el TPLF», ha detallado el Departamento de Estado estadounidense en un comunicado.
La Administración Biden ha felicitado a ambas partes por dar «este paso inicial» de poner fin a los enfrentamientos y continuar el diálogo para resolver los asuntos pendientes para consolidar la paz y poner fin a casi dos años de conflicto.
En este sentido, Estados Unidos ha alabado al presidente de la Comisión de la UA, Musa Faki, por su «liderazgo», así como por los esfuerzos extraordinarios del Alto Representante de la UA, Olusegun Obasanjo, cuya facilitación «ha conducido a este importante paso hacia la paz».
«Estados Unidos sigue siendo un socio comprometido con este proceso liderado por la UA y con nuestra colaboración con la ONU, la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD) y otros socios regionales e internacionales para apoyar la implementación del acuerdo de hoy», ha agregado el Departamento de Estado.
El mediador de la Unión Africana, Olusegun Obasanjo, ha anunciado este miércoles que el Gobierno de Etiopía y el TPLF han firmado un acuerdo para el cese de hostilidades en el marco del conflicto que asola la región de Tigray (norte) desde noviembre de 2020.
El TPLF aceptó sentarse a dialogar con el Gobierno etíope a principios de octubre, una iniciativa planteada por la UA para alcanzar una «resolución pacífica del conflicto actual». Una de las condiciones del TPLF fue que durante las negociaciones hubiese «actores adicionales» como observadores o garantes.
La guerra ha sufrido un recrudecimiento durante las últimas semanas tras el estallido de nuevos combates en agosto después de cinco meses de tregua humanitaria pactada entre las partes. El TPLF denunció anteriormente una ofensiva a gran escala del Ejército eritreo en apoyo a las fuerzas etíopes.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno de Abiy Ahmed ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo. En la actualidad hay en vigor una «tregua humanitaria», si bien ambas partes se han acusado de impedir la entrega de ayuda.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.