Un total de 5.621 cristianos fueron asesinados por su fe en todo el mundo en 2022, según la Lista Mundial de la Persecución (LMP) presentada este miércoles por la organización Puertas Abiertas, que clasifica los países donde los cristianos sufren la persecución y la discriminación más extremas.
Esta cifra es inferior a la del último informe, que se situaba en 5.898 personas. También se ha producido un descenso en el nímero de iglesias atacadas, que ha pasado de 5.110 a 2.110 casos registrados. Por todo ello, la organización estima que, tras la pandemia, parece producirse una cierta estabilización de la violencia contra este colectivo.
Según la organización, en los 30 años de informes de la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas, la persecución cristiana ha aumentado. En la actualidad, más de 360 millones de cristianos sufren altos niveles de persecución y discriminación por su fe; en los 50 primeros países de la lista, 312 millones de cristianos sufrenniveles de persecución «muy altos o extremos».
Además, destaca que en 1993, los cristianos afrontaban un nivel de persecución de «alto a extremo» en 40 países, cifra que en 2023 se ha duplicado a 76 países.
Así, destaca que en varios países del Golfo se ha promovido una mayor tolerancia y la puntuación de la persecución ha descendido en Bahréin (puesto 66), Emiratos Árabes Unidos (puesto 54) y Egipto (puesto 35). Además, Catar –34 frente a 18– también tiene una puntuación más baja, aunque la ONG ha puntualizado que esto puede deberse al cierre masivo de iglesias durante el año pasado, que continúan cerradas este año.
Por áreas geográficas, el estudio asegura que uno de cada siete cristianos experimenta, al menos, niveles altos de persecución o discriminación: uno de cada cinco en África, dos de cada cinco en Asia y uno de cada quince en América Latina.
En concreto, el informe pone el foco en África subsahariana y, según la ONG, la violencia en la zona ha alcanzado nuevos niveles alarmantes a medida que los radicales islamistas desestabilizan la región y usan la violencia extrema.
En este contexto, la violencia más extrema se encuentra en Nigeria, donde los militantes ‘fulani’, de Boko Haram, de la Provincia de África Occidental del Estado Islámico (ISWAP, por sus siglas en inglés), entre otros, efectúan incursiones en comunidades cristianas, matando, mutilando, violando y secuestrando para pedir rescates o para convertir a las mujeres en esclavas sexuales.
Concretamente, los asesinatos por motivos religiosos en Nigeria han aumentado de 4.650 el año pasado a 5.014, lo que supone un 89% del total internacional. En este sentido, la ONG denuncia que el gobierno de Nigeria niega que se trate de una persecución religiosa, por lo que la violación de los derechos de los cristianos se lleva a cabo con impunidad.
Además, la violencia yihadista es habitual en todo el África Subsahariana, con 26 países de la región con altos niveles de persecución, y un aumento de la violencia contra los cristianos en Burkina Faso (que ocupa el puesto 32), Mali (puesto 24) y Mozambique (puesto 41).
«El objetivo del Estado Islámico y otros grupos afines es desestabilizar toda la región, establecer un califato islámico, en última instancia en todo el continente, y están seguros de que lo tienen a su alcance», afirma uno de los informadores e investigadores de la LMP, Frans Veerman.
«No son sólo los gobiernos de África los que no se enfrentan a la verdadera naturaleza de esta purga religiosa, sino los gobiernos de todo el mundo. El precio de esta negación es incalculable, no sólo para África, sino para el mundo entero», alerta.
Por otro lado, según la organización, China busca forjar una alianza internacional para redefinir los derechos humanos. En este país, afirma que se han impuesto nuevas normas sobre el uso de Internet por parte de las iglesias, lo que ha coartado aún más la libertad de los 96 millones de cristianos del país.
Países como Rusia (62) e India (11) siguen su ejemplo, junto con otros como Sri Lanka (52), Birmania, Malasia y varios países de Asia Central, por lo que la ONG destaca que las minorías cristianas que se oponen a estos nuevos derechos pueden ser tachadas de «perturbadoras de la paz» o de «terroristas». Además, se enfrentan a detenciones, a la demolición de los edificios de las iglesias o a la anulación de su registro.
COREA DEL NORTE EN PRIMERA POSICIÓN En el caso de Corea del Norte –que ha vuelto a la primera posición, donde ha permanecido desde 2002, a excepción del informe del último año– especifica que se ha aplicado una nueva ley ‘contra el pensamiento reaccionario’ que penaliza cualquier publicación de origen extranjero en Corea del Norte, junto con la Biblia.
Según la ONG, esta ley ha llevado al encarcelamiento o a la ejecución de adolescentes que veían programas surcoreanos como ‘El juego del calamar’ y también se ha utilizado para localizar Biblias o cualquier otro material cristiano, impreso o electrónico.
Para la organización, la detención en el país supone la ejecución o la cadena perpetua en uno de los ‘campos de reeducación’ del país, donde los presos se encuentran al borde de la inanición y son víctimas de torturas y de violencia sexual.
«Los cristianos siempre han estado en la primera línea de ataque del régimen. Su objetivo es aniquilar a todos los cristianos del país. En Corea del Norte sólo puede haber un dios: la familia Kim», ha indicado un exiliado norcoreano y portavoz de Puertas Abiertas Reino Unido, Timothy Cho.
También destaca el caso de Afganistán, que ha pasado de la primera posición en 2022 a la novena en la lista de este año, según la LMP. En 2021, muchos cristianos de este país fueron ejecutados, mientras los talibanes aniquilaban a los creyentes. Por ello, muchos cristianos huyeron al extranjero o se ocultaron en el país. Sin embargo, en 2022, los talibanes pusieron su objetivo en erradicar a los que tienen vínculos con el antiguo régimen, una mayoría que se esfuerza por no ser descubierta como medida de supervivencia.
«Mi madre y yo conseguimos cruzar la frontera hacia otro país. Estoy orando para poder salir de aquí e ir a un lugar seguro. Puede que tenga que esconderme o que me deporten a Afganistán. Si eso ocurre, puede que me maten», ha denunciado una refugiada cristiana afgana, Zabi.
ORIENTE MEDIO Y NICARAGUA Según la LMP, la Iglesia cristiana disminuye en Oriente Medio, por su incapacidad de recuperación tras el auge del Estado Islámico a pesar del descenso en el número de cristianos asesinados –con excepción de Siria, que ha sufrido una ola de incidentes violentos–.
«Esta es la cuna del cristianismo y gran parte de la iglesia está perdiendo la esperanza: el régimen de discriminación y pobreza es demasiado pesado de soportar, especialmente para los jóvenes que no ven futuro aquí como creyentes», según el director regional de defensa legal para Oriente Medio y el Norte de África, Rami Abed Al-Masih.
Por otro lado, Nicaragua se ha posicionado en el puesto 50 por sus crímenes en las zonas rurales. Además, la organización ha expuesto que en Latinoamérica la opresión directa del gobierno contra los cristianos considerados como voces de la oposición está muy extendida en Nicaragua, Venezuela (64) y Cuba (27).
Fuente: (EUROPA PRESS)