Banca March apuesta por el crédito de calidad para este comienzo de año y sostiene que 2023 será un año en el que habrá que aumentar el riesgo, según ha explicado el director de estrategia de mercados de Banca March, Joan Bonet, este martes en un encuentro informativo.
«La rentabilidad adicional proviene de su menor liquidez y no de un mayor riesgo de impago, que históricamente no ha sido más elevado que los vistos en mercados como el high yield», ha señalado.
En términos de duración, no recomienda adoptar posiciones en los tramos largos, «dado que las curvas de tipos siguen muy invertidas y las tasas subyacentes de inflación tardarán varios meses en normalizarse».
La firma también cuenta con un posicionamiento positivo en deuda pública a corto plazo, si bien prefiere el crédito. Bones ha explicado que el momento de la deuda de los gobiernos vendrá a medida que se deterioren las expectativas, con lo que habrá que tomar posiciones más largas en los próximos meses.
Bonet ha señalado que 2023 es un año de vuelta al riesgo gracias a esas noticias mejores, pero advierte de que hay un efecto «fata morgana»: demasiada ilusión ante un escenario que no cree que vaya a ser tan bueno.
La estabilización de los precios de las materias primas y la descongestión de las cadenas de suministro a final del año pasado permitirán que la inflación siga moderándose a lo largo de 2023, según prevé la entidad.
Así, la firma anticipa que la pausa en la subida de tipos de interés se dé entre marzo y mayo en Estados Unidos, en un nivel del 5%, mientras que en Europa esta se producirá en los meses de verano, con los tipos entre el 3,25% y 3,5%. No obstante, Bonet descarta una bajada de tipos de interés para este año.
Esas pausas no son «necesariamente buenas» para la renta variable, ya que «para las bolsas es mucho más determinante la evolución de la economía y, en concreto, si el freno a los tipos vendrá acompañado o no de una recesión».
«Los activos de riesgo han comenzado con mucha ilusión el año y descontando el mejor de los escenarios posibles: el punto de inflexión en la inflación y un crecimiento económico más resiliente. Nosotros pensamos que vamos a pasar de esas buenas noticias en la inflación a sorpresas en el crecimiento económico», ha incidido Bonet.
El estratega no cree que sea un punto de vista trágico, pero cree que el arranque de año ha sido demasiado efusivo, por lo que habrá oportunidades para aumentar el riesgo. Así, prefiere enfocar la inversión en renta fija en duraciones cortas.
En este contexto, la firma prefiere las bolsas de Estados Unidos por el mayor ROE de sus empresas y la menor dependencia energética del país, en tanto que ve oportunidades en bolsas emergentes donde las revisiones a la baja de los beneficios han sido mucho más agresivas.
Dentro de los emergentes, Bonet ha destacado la preferencia por Asia y las oportunidades que generará la vuelta al consumo de unos ciudadanos chinos que vuelven a disfrutar de libertad de movimiento.
A nivel sectorial, Banca March recomienda una combinación de sectores con capacidad de generar beneficios en el contexto macroeconómico actual y otros que permitan ganar exposición a la transformación económica.
La firma sigue favoreciendo la inversión en el sector de cuidados de la salud por su carácter defensivo y la mayor resiliencia de sus beneficios en momentos de deterioro del ciclo económico, unas posiciones que se pueden combinar con sectores cíclicos, como el tecnológico.
El sector financiero también puede resultar interesante por sus valoraciones «atractivas» y porque un nivel de tipos de interés como el actual les va a continuar favoreciendo.
ENTORNO MACROECONÓMICO Bonet ha explicado en que este año el miedo a la inflación se va a convertir en miedo al crecimiento económico, pese al optimismo que se ha registrado en las últimas semanas.
Uno de los principales efectos del endurecimiento monetario de los últimos meses se verá en el sector inmobiliario, donde los precios a nivel global «ya han comenzado a frenarse».
No obstante, las familias aún conservan parte del colchón de ahorro de la pandemia y el mercado laboral se mantiene fuerte, si bien ha destacado que las últimas cifras no han sido buenas.
La Eurozona registrará así un crecimiento menor este año por su dependencia energética del exterior y, en el mejor de los casos, registrará un estancamiento. La economía española, por su parte, avanzará el 1% debido a su peor punto de partida, dado que no ha conseguido recuperar su nivel anterior a la pandemia.
En cuanto a los factores que podrían sorprender positivamente, Bonet ha destacado la reciente reapertura de la economía de China, que podría actuar de impulso a la actividad global y, en particular, la reactivación de las economías emergentes asiáticas.
Fuente: (EUROPA PRESS)