El Gobierno de Armenia ha acusado este lunes al Ejército de Azerbaiyán de realizar disparos contra «posiciones de combate» en la zona fronteriza, suceso que se ha saldado sin víctimas, tras el alto el fuego alcanzado el 15 de septiembre después de sus últimos enfrentamientos.
El Ministerio de Defensa armenio ha subrayado en un comunicado publicado en su página web que «en la noche del 6 al 7 de noviembre, unidades de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán han abierto fuego con armas de diferente calibre contra posiciones de combate armenias en la zona oriental de la frontera».
«No hay víctimas en el lado armenio. A las 8.00 horas (hora local), la situación en la zona fronteriza es relativamente estable», ha señalado, sin que las autoridades de Bakú se hayan pronunciado por el momento sobre lo sucedido. Durante las últimas semanas ambos países han cruzado acusaciones sobre incidentes en la frontera.
Horas después, el portavoz del Ministerio de Exteriores armenio, Vahan Hunanián, ha indicado en su cuenta en la red social Twitter que durante la jornada se celebrará un encuentro en Washington entre los titulares de Exteriores armenio y azerí, Ararat Mizoián y Jeyhun Bayramov, respectivamente.
«A iniciativa de Estados Unidos, un encuentro trilateral entre el ministro de Exteriores de Armenia, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores azerí tendrá lugar este 7 de noviembre en Washington», ha señalado.
El Ministerio de Exteriores de Azerbaiyán ha confirmado en un comunicado que Bayramov inició el domingo una visita oficial en Estados Unidos y ha dicho que «en el marco de la visita está planeado un encuentro con el ministro de Exteriores de Armenia, a iniciativa y con la participación de Blinken».
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha hecho un nuevo llamamiento a ambos países a que «eviten acciones y pasos que puedan llevar a un aumento de las tensiones en la línea de contacto», tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
Así, ha recordado que tras su encuentro trilateral en Sochi, Bakú y Erevan «mostraron su intención de buscar un acuerdo únicamente a través de medidas y medios pacíficos, políticos y diplomáticos».
Armenia y Azerbaiyán pactaron un alto el fuego el 15 de septiembre y a principios de octubre acordaron comprometerse con la Carta de la ONU y con la Declaración de Alma Ata de 1991, a través de la cual ambos países reconocen la integridad territorial y la soberanía del otro. Tras ello, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, subrayó ante el Parlamento que espera que se firme el tratado de paz con Azerbaiyán antes de finalizar el año.
Ambos países han protagonizado diversos enfrentamientos durante los últimos años en torno al control de Nagorno Karabaj, un territorio con población mayoritariamente armenia que es foco de conflicto desde que decidiera separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán integrada en la Unión Soviética.
