El consumo de productos de venta directa en España alcanzó un volumen de negocio de 786 millones de euros en 2021, lo que supone un crecimiento del 2,8% respecto al año anterior y sitúa a España entre los cinco primeros mercados de la Unión Europea por facturación en este sector, según recoge el Informe Anual de la European Direct Selling Association (Seldia) que ha dado a conocer la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD).
En concreto, los datos reflejan que la venta directa, a nivel comunitario, ha ido incrementando su crecimiento desde 2018. De hecho, en 2020, en plena crisis sanitaria y económica a nivel mundial, creció un 0,1% y en el 2021 aumentó a un 3%, hasta los 28.100 millones de euros, lo que le convierte en un sector de evolución permanente.
Los países con más volumen de negocio en el sector de la venta directa han sido Alemania, con 16.030 millones de euros, Francia, con 4.580 millones de euros, Italia, con 2.640 millones de euros, Polonia, con 1.080 millones de euros, y España en quinto lugar, con 786 millones de euros.
Para el resto de Europa (Noruega, Suiza, Turquía, Ucrania y Reino Unido), el volumen de negocio del sector se elevó durante 2021 un 5,7%, situando el promedio de crecimiento del sector para toda la región en el 3,2%.
En la actualidad, 262.103 profesionales dedican su actividad profesional al sector de la venta directa a tiempo completo o parcial. A nivel comunitario, esta cifra se eleva hasta los 6,56 millones, de los que un 81% son mujeres.
La directora general de Mary Kay y presidenta de la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD), Gema Aznar, ha reconocido que estos datos «demuestran que la venta directa se ha consolidado como un sector dinámico y en crecimiento, incluso en un contexto económico tan complicado como el actual».
«La venta directa es un modelo flexible que siempre se ha adaptado a los cambios demográficos y del mercado. En un momento en el que los hábitos de compra del consumidor están variando, la venta directa se presenta como una alternativa muy atractiva al permitir la atención directa y personal a través de sistemas multicanal maximizando la experiencia de compra, y mantener la comodidad del comprador, que accede a productos y servicios de forma rápida», ha señalado.
El impacto de las restricciones sanitarias y las tensiones en la cadena de suministro global han afectado a los mercados y a las categorías de producto comercializados a través de la venta directa de manera desigual durante 2020 y 2021.
La categoría de productos de bienestar se ha mantenido estable en comparación con 2020, mientras que la de cosméticos se ha contraído sensiblemente, en beneficio de los artículos para el hogar y los bienes duraderos, y las mejoras para el hogar.
