El representante ruso ante organizaciones internacionales en Viena, Mijail Ulianov, ha asegurado este jueves que Moscú está a favor de impulsar una ’’zona de protección’’ en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania y considerada la más grande de Europa.
Según ha reconocido Ulianov, ’’los parámetros clave de la zona de exclusión ahora se han formulado con bastante claridad’’, mostrándose así a favor de una propuesta formulada hace meses por el director general de la Organización Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
Así, Ulianov ha detallado que estos parámetros pasan por la inadmisibilidad de lanzar ataques contra la central; la prohibición de iniciar ofensivas desde la planta nuclear; establecer garantías para impedir el despliegue de armas pesadas y municiones en Zaporiyia; y ’’garantizar medidas de seguridad nuclear y física para prevenir un incidente nuclear’’.
’’Por nuestra parte, compartimos plenamente estas disposiciones y apoyamos la iniciativa del señor Rafael Grossi de crear una ’’zona de protección’’ en el territorio de la central nuclear de Zaporiyia’’, ha remarcado el representante ruso en la capital austriaca, según recoge la agencia de noticias Interfax.
Sin embargo, Ulianov ha condicionado en todo momento el visto bueno de Moscú al hecho de que desde Kiev apoyen también estas garantías de seguridad y se comprometa a no atacar las instalaciones. ’’La parte ucraniana evita tal confirmación de todas las formas posibles’’, ha denunciado.
La central nuclear de Zaporiyia ha sido en la madrugada de esta jueves objetivo de nuevos bombardeos por parte de las Fuerzas Armadas rusas, lo que ha provocado una desconexión de la red eléctrica general y ha motivado que, durante horas, las instalaciones hayan dependido de generadores diésel de emergencia.
La última ola de ataques ha forzado una nueva desconexión de la central de la red eléctrica, algo que no ocurría desde noviembre y que obliga a las instalaciones a tirar de generadores de emergencia, ’’la última línea de defensa’’ en palabras de Grossi.
Fuente: (EUROPA PRESS)