El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha afirmado que la globalización ha creado en Europa «dependencias excesivas» que han llevado finalmente a la Unión a buscar nuevos socios para cooperar «más inteligentemente».
En un discurso ante los ministros de Exteriores en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) celebrada en Buenos Aires, el Alto Representante ha afirmado que tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los europeos se han planteado «cómo ser más autónomos» con respecto a algunas de sus «dependencias críticas», en particular la energética.
«Nos damos cuenta hoy de que la globalización había creado dependencias excesivas, y que estas dependencias se han convertido en armas. Por eso, hoy se busca una mayor autonomía (…). Pero autonomía no debe significar aislamiento, no debe significar volver a tensiones autárquicas dificultando el comercio internacional. Debe significar simplemente una cooperación más inteligente», ha aseverado Borrell.
En este sentido, ha subrayado ante los participantes de la CEPAL la importancia de encontrar la manera de «trabajar juntos» para hacer frente al «nuevo escenario geopolítico y geoeconómico» tras la guerra en Ucrania.
Para ello, Borrell ha apostado por aumentar las capacidades de las economías y sociedades de la Unión y Latinoamérica, así como su resiliencia, buscando además «socios confiables» para diversificar la capacidad de acción.
Dentro de esa asociación, el Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea ha compartido sus prioridades: la transición ecológica y energética y la «alianza digital».
«Antes de la guerra, Europa importaba el 40 por ciento de su gas de un solo suministrador: Rusia. Más cercano y aparentemente más barato. Hemos conseguido rebajar esa dependencia del 40 por ciento al 7 por ciento. Pero eso nos obliga a buscar otros suministradores, a reforzar nuestra apuesta por una energía descarbonada. Y eso es lo que vemos en América Latina, ha remachado Borrell, asegurando que Europa ve en Latinoamérica «un ejemplo a seguir».
«Varios países de esta región tienen ya matrices energéticas que son mayoritaria o totalmente renovables. América Latina es una potencia mundial en biodiversidad, en energía renovable, en producción agrícola y en materias primas estratégicas», ha añadido, matizando que para asegurar dicha sostenibilidad «les falta traer tecnología».
Asimismo, el jefe de la diplomacia europea ha recalcado el potencial de la región para la producción de hidrógeno verde, para el que ha ofrecido a la Unión Europea como «un gran mercado potencial para su producción».
Con todo, Borrell también ha puesto en valor las iniciativas bilaterales puestas en marcha con varios países de la región en materia de digitalización.
«Porque la ciberseguridad nos afecta también, ya qué habrá que defender la soberanía digital, porque estas tecnologías digitales están en el centro de la geopolítica y son instrumentos claves para la batalla de ideas que se desarrollan en el mundo», ha apuntado.
«Tenemos que evitar a toda costa que las tecnologías digitales sirvan para hacer realidad lo que nos contaba Orwell en sus novelas. Y eso no es una posibilidad novelesca; es algo que ya vemos cómo se aplica en algunos países del mundo», ha agregado.
Las palabras del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad tienen lugar en vísperas de la III Cumbre de Cancilleres de la Comunidad de Estado Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en la que la Unión Europea pretende afianzar sus relaciones con los países de América Latina.
Borrell, que llegó a Argentina el martes, se ha reunido con diferentes ministros de Exteriores de países latinoamericanos, así como con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, ante quienes ha recalcado el interés de la Unión por fortalecer la relación bilateral entre América Latina y Bruselas.