El Senado francés ha respaldado el texto de compromiso negociado para sacar adelante la polémica reforma de las pensiones, criticada por oposición política y sindicatos, a la espera de que la Asamblea Nacional se pronuncie también este jueves.
En la Cámara Alta, la reforma ha salido adelante con 193 votos a favor y 114 en contra. Bastaba con que el proyecto obtuviese más síes que noes, al igual que ocurrirá en la Cámara Baja, prueba de fuego real para uno de los proyectos más contestados de la era de Emmanuel Macron.
El miércoles, cientos de miles de personas volvieron a salir de nuevo a las calles de las principales ciudades de Francia –por octava vez– para cuestionar una reforma que plantea, entre otras cuestiones, elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación y ampliar el periodo de cotización necesario para obtener la pensión máxima.
Los partidos aliados de Macron dependen en la Asamblea Nacional del posicionamiento que adopten Los Republicanos, formación de centro-derecha que ya ha votado en el lado del Gobierno en varias ocasiones durante estos últimos días. La dirigente ultraderechista Marine Le Pen ha denunciado este jueves en BFMTV negociaciones bajo la mesa a cambio de dicho respaldo, equiparables a ’’corrupción’’.
El Ejecutivo tiene en sus manos la posibilidad de recurrir al artículo 49.3 de la Constitución, del que ya ha hecho uso en varias ocasiones para acelerar trámites e impedir posibles bloqueos en la Asamblea Nacional. La oposición ya ha avisado de que, si da este paso, avivaría aún más las tensiones políticas y sociales.
De hecho, el excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, miembro de La Francia Insumisa (LFI) y una de las voces más afines a los sindicatos, ya ha cargado contra el Senado, ’’muy conservador y reaccionario’’, y ha llamado a la Asamblea Nacional a ’’corregir’’ lo que considera ’’una negación de la voluntad popular’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)