La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha defendido este jueves, en la reunión de ministros de Salud del G20, que se celebra en Bali (Indonesia), la necesidad de dar «respuesta armonizada y conjunta» a los desafíos sanitarios y al futuro desarrollo de la «arquitectura de salud global».
En este contexto, la ministra Darias ha destacado la «importancia de construir sistemas de salud que sean resilientes, que estén adaptados y preparados ante las nuevas emergencias sanitarias», según ha informado el Ministerio de Sanidad a través de un comunicado.
Para Darias, una de las lecciones más relevantes de la pandemia de COVID-19 es la necesidad de «fortalecer la arquitectura global de salud». Por eso, ha subrayado la necesidad de liderar un esfuerzo colectivo para garantizar la salud y el bienestar, para poder hacer frente a amenazas sanitarias futuras.
Así, ha remarcado la importancia tanto de impulsar la expansión de las infraestructuras globales para la preparación y respuesta ante posibles futuras pandemias, como de «avanzar en las discusiones técnicas para maximizar una distribución global equitativa y rápida de los recursos para afrontar los retos sanitarios a nivel mundial».
Además, Darias ha manifestado la necesidad de implementar la colaboración internacional para recuperar los niveles de movilidad, además de establecer mecanismos que permitan la interoperabilidad de los sistemas de certificados digitales COVID-19, tal y como se puso de manifiesto en la Cumbre sobre Movilidad Internacional Segura de la OCDE, y en apoyo de la Presidencia Indonesia del G20, celebrada en Ibiza el pasado mes de julio.
«Solo trabajando juntos, llegaremos más lejos», ha asegurado la ministra Darias tras intervenir en la primera sesión de la reunión del G20 Salud.
Antes de expresar la posición de España, la ministra ha condenado la escalada de ataques de Rusia sobre Ucrania y ha expresado la solidaridad de España con el pueblo ucraniano ante la «injustificada» guerra que supone la violación del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas y socava la seguridad y la estabilidad internacional.
Asimismo, ha manifestado la preocupación de España por el «daño irreparable» que esta agresión está provocando en las infraestructuras de atención sanitaria y los efectos en la población más vulnerable, en particular en los niños y las mujeres, así como el impacto en la crisis energética y en la seguridad alimentaria.