Un estudio del Grupo de investigación en Patología infecciosa y antimicrobianos del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y el Grupo de Investigación en Biología de la Infección del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha demostrado el 50 por ciento de las personas con VIH vacunadas contra la Covid-19 tuvieron una respuesta inmunitaria insuficiente, por lo que necesitarían un seguimiento adecuado para asegurar la respuesta a la vacuna.
Para su estudio, publicado por la revista ‘Frontiers in Immunology’, los investigadores hicieron seguimiento de la respuesta inmunitaria de diez personas con estas características después de la primera y la segunda dosis de la vacuna, y las comparó con otras diez personas con un sistema inmunitario normal.
Los resultados indican, según el autor principal del estudio, Robert Güerri, investigador del IMIM-Hospital del Mar y jefe de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, que el 50 por ciento de estas personas tuvieron una respuesta inmunitaria insuficiente, cinco de los diez casos analizados. «Pero en los que recibieron una tercera dosis de refuerzo, esta respuesta mejoraba», explica.
A los voluntarios que mostraron una respuesta insuficiente se le ofreció recibir una dosis de refuerzo de la vacuna. Solo tres lo aceptaron. En estos casos, los análisis mostraron un efecto positivo del tratamiento para afrontar la Covid-19. Los investigadores no han podido atribuir a ningún factor en concreto las diferentes respuestas inmunitarias obtenidas. La vacunación no afectó al control del VIH ni se detectaron efectos adversos significativos.
HACER UN SEGUIMIENTO PERSONALIZADO Los resultados llevan a Güerri a concluir que en este grupo de pacientes, que puede llegar a ser incluso el 20 por ciento de las personas con infección por VIH, hay que hacer un seguimiento específico, no se le puede tratar como si fuera un grupo inmunocompetente normal, es decir, un paciente con VIH que ha respondido de forma completa al tratamiento, sino que es necesario individualizar su seguimiento. «Esto implica medir la respuesta vacunal», explica.
En el mismo sentido, el coordinador del Grupo de Investigación en Biología de la Infección de la UPF y autor principal del estudio, Andreas Meyerhans, apunta que «cuando una persona con VIH se vacuna, se da por hecho que hay un patrón de respuesta y que logran un buen nivel de protección ante la infección». Sin embargo, aclara que, en el grupo estudiado, hay que certificarlo con pruebas específicas, tanto de inmunidad celular como humoral, para ver el grado de respuesta generado, porque su respuesta es mucho más variable.
En ello coincide Marta Sisteré-Oró, investigadora del mismo grupo de la UPF y una de las autoras principales del trabajo, que concluye que el estudio demuestra que «el 50 por ciento de los pacientes con VIH inmunológicamente no-respondientes muestran respuestas inmunitarias insuficientes una vez vacunados contra la Covid-19». Por ello, incide en la importancia de incrementar estas respuestas en estas personas.