El presidente de Estados unidos, Joe Biden, ha ensalzado este lunes la reciente liberación de la ciudad de Jersón como una «victoria significativa» para las Fuerzas Armadas de Ucrania en el marco de la guerra, iniciada a finales de febrero.
«Ha sido una victoria significativa para Ucrania y no puedo hacer más que aplaudir el coraje, la determinación y el poder del pueblo y el Ejército ucraniano. Realmente han sido increíbles», ha manifestado el mandatario estadounidense.
En declaraciones a los medios de comunicación en el marco de su viaje a Bali para participar en la cumbre del G20, Biden ha incidido en que Estados Unidos seguirá «brindado la capacidad para que el pueblo ucraniano se defienda».
Por otro lado, ha aseverado que Washington no participará en «ninguna negociación», pues no se pueden tomar decisiones ni hablar en nombre de Ucrania sin la representación ni el beneplácito de las autoridades de Kiev. «Esta es una decisión que Ucrania tiene que tomar», ha dicho.
Estas palabras del presidente estadounidense se dan en la misma jornada en la que Rusia ha descartado una posible retirada de tropas a cambio de iniciar negociaciones de paz, mientras que desde Kiev se ha recordado que Moscú «no está en posición de dictar sus condiciones».
Finalmente, Biden ha valorado la evolución de la guerra y ha apuntado a la posibilidad de que las hostilidades se «ralenticen un poco» en las próximas fechas debido a la llegada del invierno, que normalmente conlleva también una mayor dificultad para desplazarse a través del territorio ucraniano debido a las bajas temperaturas y las nevadas.
Las fuerzas de Ucrania recuperaron el 11 de noviembre el control de la ciudad de Jersón, tomada por Rusia el 2 de marzo, en medio de una retirada de las fuerzas rusas al otro lado del río Dniéper ante los avances logrados durante las últimas semanas por el Ejército de Ucrania en esta región.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha realizado este lunes una visita sorpresa a la ciudad, desde donde ha denunciado la gran destrucción que Rusia ha llevado a cabo en Jersón, a la par que ha remarcado que Kiev está «avanzando» y «preparado para la paz».