El presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha urgido a acelerar la electrificación con renovables y redes para lograr la plena descarbonización y la autosuficiencia energética en el marco de la crisis actual, al tiempo que ha anunciado la voluntad de la compañía de alcanzar la neutralidad de su actividad en 2030 y del total de sus operaciones «antes» de 2040, frente al objetivo anterior que fijaba esta meta en 2050.
Así lo ha expresado Sánchez Galán durante su participación en la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP27), que se celebra en Sharm-El Sheik (Egipto) donde Iberdrola ha presentado su nuevo Plan de Acción Climática que, según su presidente, da «un nuevo impulso» al compromiso de la compañía por alcanzar las emisiones netas nulas como medio para preservar el medio ambiente y generar empleo y desarrollo.
La compañía se ha fijado el objetivo de alcanzar la neutralidad de emisiones en sus centrales de generación y consumos propios a 2030, es decir lo que se conoce como objetivos de alcance 1 y 2, y a llegar a las emisiones cero netas en todas sus actividades antes de 2040.
Además, la empresa ha lanzado un plan ambiental con el que aspira a alcanzar en 2030 un impacto neto positivo en la biodiversidad, las especies y los ecosistemas.
El Plan de Acción Climática de Iberdrola incorpora los impactos derivados de las actividades del grupo en la naturaleza a lo largo del ciclo de vida de sus instalaciones, considerando la cadena de suministro y creando valor medioambiental, económico y social a través de los servicios ecosistémicos.
En su intervención telemática, Sánchez Galán ha manifestado que la «crisis actual ha reafirmado aún más la necesidad de acelerar la electrificación con renovables y redes eléctricas para lograr la plena descarbonización y también la autosuficiencia energética».
Además, ha subrayado que después de 20 años de trayectoria, el Plan de Acción Climática supone un nuevo impulso al compromiso de Iberdrola por las emisiones netas nulas como medio para preservar el medio ambiente y generar empleo y desarrollo industrial.
«La próxima década será crucial si queremos alcanzar los objetivos climáticos y proteger la biodiversidad, y todos debemos trabajar juntos desde hoy mismo para conseguirlos», ha apostillado.
Al respecto, en declaraciones a Europa Press, el director de cambio climático y alianzas de Iberdrola, Gonzalo Sáenz de Miera, justifica este adelanto de la ambición climática de la compañía en la «necesidad» de ir más rápido y que la sociedad pide más esfuerzo a los Gobiernos, a las empresas y a las personas, a pesar de que la transición energética está «avanzando».
Además, ha subrayado que las tecnologías están yendo más rápido de lo previsto, en ese contexto, Iberdrola ve que hay «oportunidad para generar la transición energética» que es «buena» para los accionistas y para la sociedad.
«Cada vez vemos más políticas climáticas y energéticas que se aceleran por el clima y la crisis energética. Hay demanda social, es una necesidad de urgencia acompañada por la evolución tecnológica y la aceleración de las políticas», contextualiza.
Por ello, ha defendido que Iberdrola adelante su transición energética con objetivos más ambiciosos que antes contemplaban la reducción a cero de todas sus emisiones en 2050 y ahora se adelanta la neutralidad de sus emisiones directas a 2030 y las indirectas derivadas de toda su cadena de valor «no en 2040 sino antes de 2040».
Sáenz de Miera ha incidido en que la nueva política climática de Iberdrola se implanta con dos premisas que pasan porque esto sea «bueno» para la sociedad en términos de empleo y para el medio ambiente. Por eso, ha añadido que la empresa ha aprobado un Plan de Biodiversidad con el que aspira a tener un impacto positivo en la naturaleza en 2030.
Del mismo modo, ha apuntado que para llevar a cabo esta ambición, la energética quiere desarrollar alianzas con Gobiernos, grupos sociales, ecologistas, universidades, etcétera, porque «el reto es enorme».
El director de cambio climático y alianzas ha garantizado la apuesta por el medio ambiente de Iberdrola para adelantarse en la creación de valor de la compañía puesto que considera que esta transición será buena para los accionistas ya que la empresa se sitúa a la cabeza de las energéticas a nivel mundial luchando contra el cambio climático lo que genera valor y porque estima que esta acción es también beneficiosa para la lucha contra el cambio climático y para la sociedad en su conjunto.
«La ambición acelera la solución a todas las crisis: la climática, la energética, económica y de biodiversidad», argumenta.
La presentación del plan ha tenido lugar en el marco de la celebración de la mesa redonda ‘Ambición renovada frente a la crisis múltiple actual’, en la que también han participado entre otras instituciones el Banco Europeo de Inversiones, representado por su Director de Gestión de Mandatos, Christoph Kunh; la Agencia Internacional de la Energía, a través de su economista jefe, Tim Gould; Gonzalo Muñoz, Climate Champion de Naciones Unidas; Patricia Zurita, CEO de Birdlife International y Ovais Sarmad Secretario Ejecutivo Adjunto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
En el encuentro, moderado por la CEO de We Mean Business, María Mendiluce, se ha analizado la «multicrisis» climática, energética, de inflación y de biodiversidad ante la que Iberdrola ha manifestado que su nuevo plan puede ser un «ejemplo» para avanzar en la lucha contra el cambio climático y dar respuesta a los llamamientos de la ciencia, la ecología y la sociedad.
La semana pasada en Londres, Iberdrola anunció un plan récord de 47.000 millones de euros hasta 2025, con más de 27.000 millones de euros destinados a redes, e inversiones de 17.000 millones de euros en energías renovables, para alcanzar al final del período unos activos de redes de 56.000 millones de euros y una capacidad renovable de 52.000 MW.