El filósofo y comisario Paul B.Preciado analiza en su nuevo ensayo ‘Dysphoria mundi’ (Anagrama) el «colapso» sistémico derivado de los cambios sociales, políticos y sexuales que están sucediendo en el mundo y llama al lector a actuar con una metodología entusiasta y optimista.
«La revolución es la única posibilidad y, además, es la más fácil», ha afirmado el autor este lunes en rueda de prensa en la que ha criticado textualmente el régimen de violencia binaria al que está sometido el ser humano, y ha abogado por hacerle frente de forma colectiva.
‘Dysphoria mundi’ parte de la crónica personal del autor durante y después de la crisis sanitaria global provocada por el Covid-19 hacia una reflexión filosófica y sociológica sobre el «cambio de paradigma» que considera que está sucediendo tras la pandemia.
Para Preciado, el poder actual no actúa como una opresión del mismo modo que lo hacen los regímenes fascistas, sino que funciona como una adicción: las personas acuden de forma voluntaria, es decir, no se las fuerza para que abran Twitter o Instagram, ha ejemplificado.
Sin embargo, cree que la dureza con la que retrata la realidad actual toma sentido al estar delante de una «ocasión histórica incomparable» para que la humanidad se plantee de forma colectiva cómo quiere vivir a partir de ahora, si quiere seguir o no sumada a las políticas de la muerte, ha dicho.
«NO HAY REBELIÓN EN LA NORMALIDAD»
Preciado ha defendido que «no hay rebelión en la normalidad» porque a su parecer es el espacio en el que hay más sumisión, por lo que considera que las estrategias para llevar a cabo la transformación del sistema tienen que venir de aquellos colectivos oprimidos por las tecnologías de la violencia, ha dicho.
Así, ha hecho un alegato a los disfóricos del mundo porque «no hay normalidad a la que agarrarse» y ha defendido que las dicotomías como heterosexual o homosexual, hombre o mujer, humano o animal, orgánico o inorgánico, entre otras, han quedado obsoletas.
Ante esta guerra «caliente» que sucede dentro del propio cuerpo, ha apostado porque las distintas batallas que se están llevando a cabo –feminismo, ecologismo, etc.– se integren en un mismo proceso colectivo que esté pensado de forma transversal.
«NO EXISTE LA MASCULINIDAD NI LA FEMINIDAD»
Se ha presentado como un «historiador del futuro» convencido de que, de aquí a unos años, no se describirá la diferencia sexual en los papeles administrativos porque se verá tan discriminatorio como hoy lo puede ser la diferencia racial o diferencia por religión.
Para Preciado «no existe la masculinidad ni la feminidad», una dicotomía que cree que caerá en el futuro y que será una buena noticia para aquellos que son supuestamente heterosexuales, porque también ejerce violencia hacia ellos, según el autor.