El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, ha asegurado este miércoles que no hay intención alguna de acometer la primera crisis de gobierno, a pesar de que la ministra de Turismo, Daniela Carneiro, haya pedido salir de Unión Brasil, uno de los partidos con los que se pactó en segunda vuelta de las elecciones.
’’No tiene historia esa reforma ministerial. El cargo de ministro es de responsabilidad y, por otro lado, de confianza del presidente. No hay discusión alguna sobre una reforma ministerial’’, ha zanjado Alckmin, presidente estos días en funciones mientras dure la visita de Luiz Inácio Lula da Silva en China.
Después de que Carneiro anunciara hace unos días su intención de abandonar Unión Brasil bajo acusaciones de ’’asedio’’ por parte de la dirección, se había especulado con la posibilidad de que Lula acometiera su primera remodelación de gabinete para cumplir con los compromisos que hizo en campaña con las fuerza políticas que se le unieron para derrotar al expresidente Jair Bolsonaro.
En ese sentido, el presidente do Unión Brasil, Luciano Bivar, ya ha dicho que no pretende que su partido pierda el control de dicho ministerio. ’’Sobre Daniela, es importante recordar que las indicaciones de ella en el ministerio provienen del partido’’, zanjó el también diputado.
Carneiro, quien se prevé se pase a Republicanos, estuvo ya bajo escrutinio tras revelarse en la prensa sus vínculos políticos con varios paramilitares de Río de Janeiro, después de que hiciera campaña en 2018 con uno de ellos, Juracy Alves Prudencio, condenado a 22 años de cárcel por homicidio.
Unión Brasil es uno de los tres partidos de corte conservador con los que el presidente Lula tuvo que tejer una extrañas alianzas durante la segunda vuelta de las elecciones para intentar hacer frente común contra Jair Bolsonaro. Como parte de esos acuerdos, estas formaciones han conseguido el control de varias carteras.
Fuente: (EUROPA PRESS)