El presidente ruso, Vladimir Putin, ha mostrado este jueves su deseo de fortalecer la cooperación con Irán en la lucha contra el terrorismo tras un atentado en la ciudad de Shiraz, reivindicado por Estado Islámico, que se ha cobrado la vida de al menos 15 personas.
«Es difícil imaginar un crimen más cínico que el asesinato de civiles, incluidos niños y mujeres, dentro de los muros de un santuario religioso. Una vez más hemos visto que el terrorismo viola no sólo las leyes, sino también las normas de la moralidad humana», ha explicado en una misiva al presidente iraní, Ebrahim Raisi.
El mandatario ruso también ha mandado su pésame a los familiares, amigos y conocidos de las víctimas, así como su «pronta recuperación» a los heridos, según ha recogido la Presidencia en su página oficial.
Además de los 15 muertos, el ataque armado, que se produjo mientras los fieles realizaban sus oraciones en la mezquita de Shah Cheragh en Shiraz, ubicada en el sureste de Irán, hirió a al menos 40 personas, según las fuentes policiales.
SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas, informó de que Estado Islámico había reclamado la autoría del atentado, que fue llevado a cabo en una jornada en la que varias ciudades iraníes fueron escenario de movilizaciones en contra del Gobierno cuando se cumplían 40 días de la muerte de la joven kurda Masha Amini bajo custodia policial.
La Casa Blanca advirtió el miércoles de que Estados Unidos ha visto señales de que Rusia puede estar asesorando a Irán sobre cómo reprimir las manifestaciones públicas, según informó la cadena estadounidense CNN.
«La evidencia de que Irán está ayudando a Rusia a desencadenar su guerra contra Ucrania es clara y pública. E Irán y Rusia se están acercando cada vez más a medida que se vuelven más aislados. Nuestro mensaje a Irán es muy, muy claro: deja de matar a tu gente y deja de enviar armas a Rusia para ayudar a matar a los ucranianos», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
