La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Mvrand’, que se ha llevado a cabo en dos fases, ha desarticulado la organización criminal que lideraba uno de los narcotraficantes más buscados a nivel internacional y que se dedicaba a introducir grandes cantidades de cocaína y hachís tanto en España como en diferentes países europeos.
Los registros efectuados en Barcelona en la primera fase, que tuvo lugar en diciembre de 2021 y donde se detuvo al líder del entramado criminal, fueron decisivos para la detención –en esta segunda– de diez personas con actuaciones en ciudades como Barcelona, Almería, Ceuta y Málaga. Entre las dos fases, con las que ha quedado totalmente desarticulada la red tanto en su vertiente de narcotráfico como de blanqueo de capitales, se han producido un total de 27 detenciones.
Todos ellos estarían relacionados con la introducción en nuestro país de un total de 117.000 kilogramos de hachís y de 3.359 de cocaína, en distintas aprehensiones, destacando entre otras una de 4.360 kilogramos de hachís en San Pedro de Pinatar (Murcia), otra de 1.355 kilogramos de cocaína en Tánger (Marruecos) ,1.003 kilogramos de hachís en Francia y otros 15.000 kilogramos de hachís en Huelva; todas ellas entre junio y octubre de 2021.
En Málaga se ha detenido a la mano derecha de ‘Fikri’, líder de este grupo criminal. Ambos son naturales de la ciudad costera marroquí de Alhucemas, donde se conocían desde la infancia, iniciándose juntos con las artes de pesca y navegación, hasta llegar a convertirse con los años en los mayores suministradores de hachís conocidos.
También en la provincia malagueña estaba afincado otro de los detenidos, un abogado especializado en casos relacionados con el narcotráfico.
Solo durante los últimos meses del año 2021, se ha constatado como suministraron más de 100 toneladas de hachís a diferentes organizaciones criminales que operaban en España. De hecho, era la principal proveedora de hachís de los diferentes clanes del Campo de Gibraltar, especialmente el de Los Castañas.
Para ello, importaban las narcolanchas y los motores de gran potencia/cilindrada de forma clandestina desde los Países Bajos, introduciendo ambos en naves cercanas a las costas de Portugal, lugar donde ponían a punto dichas embarcaciones y las activaban en las diferentes rutas de entrada de sustancia estupefaciente. Estas embarcaciones estaban destinadas a realizar continuas recogidas de droga en Marruecos para posteriormente realizar trasvases o introducirlas en las costas españolas.
Este grupo criminal contaba también con una sólida infraestructura en Dubái, lugar desde donde se dirigían todas las actividades de su entramado económico. Desde allí, enviaban «mulas» con relojes de gran valor económico a España, habiéndose intervenido por los investigadores varias de estas piezas, algunas de ellas de coleccionista y cuyo valor en el mercado alcanzaría precios superiores a los 800.000 euros.
De la misma manera, también habrían adquirido varios yates de lujo utilizando esta compleja red de blanqueo de capitales, llegando a utilizar sociedades radicadas en países como Reino Unido, Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Irlanda o Turquía. En este sentido, se ha procedido a imputar a un holding de empresas por estos hechos, el cual no tenía implementado ningún protocolo, cómo sujeto obligado a ello, para evitar la introducción de las ganancias provenientes del narcotráfico en el circuito económico legal.
La investigación se inició a principios del año 2020 por el Grupo Central Antidrogas de la Unidad Central Operativa y ha sido desarrollada en coordinación con la Fiscalía Delegada Antidroga del Campo de Gibraltar y dirigida por el Juzgado de Instrucción Mixto número 2 de San Roque (Cádiz), centrando todos sus esfuerzos durante los dos últimos años en desmantelar completamente la estructura de esta organización criminal, con la finalidad de cortar el flujo y suministro de hachís a los principales clanes que operan en España.
A nivel internacional, la operación ha contado con el apoyo de Europol mediante su Centro Contra el Crimen Económico y Financiero (Efecc), tanto a nivel operativo como técnico, así como de la agencia estadounidense Drug Enforcement Agency (DEA).