Un juez de Túnez ha ordenado este jueves el encarcelamiento del líder del partido islamista Ennahda, Rachid Ghanuchi, detenido el lunes e investigado por un presunto ’’complot contra la seguridad del Estado’’, en el marco de una campaña de detenciones contra políticos y activistas críticos con el presidente, Kais Saied.
La orden ha sido emitida por el juez de instrucción del Tribunal de Primera Instancia de Túnez tres días después de la detención de Ghanuchi en su domicilio tras unas declaraciones consideradas ’’incendiarias’’, una medida que ha sido inmediatamente condenada por Ennahda, que ha dicho que se trata de una decisión ’’política’’.
’’El objetivo es encubrir el fracaso catastrófico de las autoridades golpistas a la hora de mejorar las condiciones sociales, económicas y de vida de los ciudadanos y su incapacidad de hacer frente a la crisis financiera que lleva al país a una bancarrota, en medio de una oleada sin precedentes de aumentos de precios durante el mes de Ramadán’’, ha dicho la formación islamista.
Así, el partido ha señalado en un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social Facebook que las autoridades tunecinas están cometiendo ’’un abuso’’ contra Ghanuchi, al que ha descrito como ’’un símbolo nacional que pasó parte de su vida resistiendo ante la dictadura y luchando pacíficamente por las libertades y la democracia’’.
Ennahda ha recalcado que Ghanuchi fue elegido presidente del Parlamento ’’tras unas elecciones libres’’ y ha argumentado que estas acciones contra él ’’no salvarán al país de las crisis complejas que sufre ni debilitará a sus opositores’’.
En esta línea, ha reiterado que las declaraciones por las que ha sido detenido Ghanuchi ’’no contienen incitación alguna’’ y ha hecho hincapié en que ’’la acusación ha recortado de forma deliberada la intervención para justificar una detención injusta’’. Por ello, ha aplaudido ’’la paciencia y resistencia’’ de su líder ante las ’’flagrantes violaciones’’ que rodean el caso.
En sus declaraciones, el líder del partido tildó de ’’golpe’’ las acciones de Saied –quien en julio de 2021 se arrogó todas las competencias tras disolver el Gobierno y suspender el Parlamento, posteriormente disuelto– y dijo que ’’no hay que ser tolerante ante ello y hay que condenarlo de forma categórica’’.
’’Por eso considero que el éxito del Frente de Salvación Nacional es ir más allá de esta ’parálisis’. Hay una parálisis intelectual e ideológica que en realidad asienta las bases para una guerra civil. Imaginen un Túnez si un grupo u otro, sin Ennahda, sin islam político, sin izquierda o sin otro componente. Sería la base para una guerra civil’’, afirmó Ghanuchi, en una crítica a la campaña represiva contra la oposición.
Por último, el partido islamista ha reseñado que ’’mantendrá su lucha legítima y civilizada’’ y ha hecho un llamamiento a las fuerzas sociales a ’’defender los avances de la revolución (de 2011 contra el entonces presidente, Zine el Abidine ben Alí), el más importante de los cuales es la libertad de pensamiento y expresión’’. ’’Pedimos a los activistas que se ciñan a las actividades civiles pacíficas’’, ha zanjado.
Además de a Ghanuchi, las autoridades tunecinas detuvieron a otros tres altos cargos de Ennahda –Belgacem Hasén, Mohamed Cheniba y Mohamed Gumani–, todos ellos investigados igualmente por supuesto ’’complot contra la seguridad del Estado’’. Las autoridades han clausurado también las sedes de Ennahda y de la coalición opositora Frente de Salvación Nacional y han prohibido las reuniones de sus miembros.
La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional, ha denunciado una deriva autoritaria del mandatario y ha exigido su dimisión, especialmente después de que su llamamiento al boicot en las legislativas de diciembre y enero se saldara con una tasa de participación cercana al diez por ciento.
Fuente: (EUROPA PRESS)