La Presidencia de la Autoridad Palestina ha aplaudido este martes la decisión de Estados Unidos de investigar la muerte de la periodista palestino-estadounidense Shirin abu Aklé, muerta en mayo tras recibir un disparo durante una operación de las fuerzas de Israel en la ciudad cisjordana de Yenín.
Nabil abu Rudeina, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, ha indicado que la decisión de Washington «es otra prueba de la falta de credibilidad de la narrativa de las autoridades israelíes sobre los casos de asesinatos deliberados por parte de sus fuerzas contra el pueblo palestino».
Así, ha indicado que «es necesario que los asesinos rindan cuentas por sus crímenes» y ha criticado que el Gobierno israelí haya anunciado que no colaborará con las investigaciones. En este sentido, ha dicho que Israel «desafía al Derecho Internacional», según ha recogido la agencia palestina de noticias WAFA.
En esta línea se ha expresado el Ministerio de Exteriores palestino, que ha aplaudido la apertura de la investigación y ha dicho que, «si bien es tardía», refleja que Washington «considera que no hubo una investigación seria por parte de Israel».
Por ello, ha recalcado que la Autoridad Palestina «está preparada para cooperar totalmente con cualquier investigación internacional o estadounidense» sobre la muerte de Abu Aklé «y otras víctimas de ejecuciones extrajudiciales» por parte de las fuerzas israelíes.
La periodista falleció por disparos el 11 de mayo durante una operación militar israelí en la Cisjordania ocupada, mientras trabajaba para el canal de televisión qatarí Al Yazira. La reportera llevaba un casco y un chaleco que la identificaba como periodista.
Por su parte, las conclusiones de la investigación independiente realizada por la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la muerte de la periodista coinciden con la evaluación realizada por las autoridades palestinas y que apuntan a las fuerzas israelíes como responsables de la muerte de la reportera.
Las conclusiones de la investigación llevada a cabo por el organismo internacional desmontan además la narrativa de que existiera actividad de palestinos armados en las inmediaciones de la posición donde se encontraban los reporteros, como apuntó Israel en su momento.