El balance de muertos a causa de las explosiones registradas el lunes en una comisaría situada en el valle del Swat, en el noroeste de Pakistán, ha ascendido a 16, según han confirmado este martes las autoridades, que han apuntado que las causas siguen siendo desconocidas.
La oficina del subcomisionado de Swat ha indicado en un informe que las explosiones tuvieron lugar en una comisaría en Kabal, en la provincia de Jíber Pajtunjua, en torno a las 20.30 horas (hora local), causando daños en el tejado y una mezquita situada en su interior.
La Policía de Jíber Pajtunjua ha especificado que los muertos son nueve policías –entre ellos dos subinspectores– y seis civiles, incluido un niño de dos años, tal y como ha recogido el diario paquistaní ’Dawn’. Además, hay más de 60 heridos.
La explosión fue en un primer momento calificada de atentado terrorista, pero el portavoz de la Policía Nasir Mehmud Satti ha apuntado que las investigaciones han descartado el motivo terrorista.
De hecho, el ministro del Interior paquistaní, Rana Sanaulá, condenó la explosión y la calificó de ’’ataque suicida’’, afirmando su intención de 2luchar contra el terrorismo’’, para poco después aclarar que la investigación seguía en pie y que no se conocía aún el motivo del incidente.
La hipótesis principal de los investigadores sería que la deflagración se produjo producto de un ’’despiste’’ que tuvo lugar en un lugar de almacenamiento de armas dentro de la antigua oficina del Departamento Antiterrorismo, en las inmediaciones de la comisaría.
Fuente: (EUROPA PRESS)