La organización de Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha pedido a Tailandia que investigue la muerte de un solicitante de asilo que ha fallecido en un centro de detención migratorio del país, donde llevaba nueve años interno.
El fallecido, Mattohti Mattursun, de la minoría étnica uigur, murió a los 40 años el pasado 21 de abril, por una insuficiencia hepática en un centro de detención de Bangkok donde llevaba interno desde su entrada irregular al país en 2014.
Elaine Pearson, la directora para Asia de HRW, ha denunciado la situación de los solicitantes de asilo en Tailandia: ’’Las autoridades tailandesas están poniendo en grave peligro a las personas que buscan protección como refugiados al mantenerlas durante años en condiciones espantosas en centros de detención de inmigrantes’’.
’’La muerte de Mattohti Mattursun debería hacer sonar la alarma para poner fin a esta política abusiva de encarcelar a solicitantes de asilo y refugiados durante periodos prolongados’’, ha añadido.
Mattursun huyó de China en 2014, donde sufría persecución étnica, según ha detallado HRW, y formaba parte de un grupo que cruzó a Tailandia tratando de viajar a Malasia: ’’En 2015, el gobierno tailandés devolvió por la fuerza a China a 109 hombres y niños uigures, de los que nunca más se supo. A otros 170 niños y mujeres uigures se les permitió viajar a Turquía, su destino original. Desde entonces, Tailandia ha recluido al resto, unos 50 hombres, en míseros centros de detención de inmigrantes, donde las autoridades los tratan como inmigrantes ilegales sin ningún derecho’’.
Las condiciones de vida en estos centros, ha denunciado HRW, llevan años siendo deficientes, pero el Gobierno tailandés no ha tomado medidas para mejorar su estado.
Fuente: (EUROPA PRESS)