El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, se ha mostrado ’’optimista’’ este viernes de cara a la aprobación de las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea en este 2023, acorde al objetivo establecido por los Veintisiete, a pesar de las diferencias que han manifestado diferentes Estados miembro respecto a la propuesta presentada por Bruselas este jueves.
Esta revisión contempla una senda de gasto sujeta a la deuda por país, pero con un ajuste anual mínimo del 0,5% PIB para los años en los que se prevé que el déficit de las administraciones públicas supere el valor de referencia del 3%.
’’Soy optimista por definición porque este es mi papel, pero también soy muy optimista porque creo que todos los Estados miembro, a pesar de las evidentes diferencias de punto de vista, son conscientes de la necesidad de llegar a un acuerdo’’, ha aseverado Gentiloni a su llegada a la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, el Eurogrupo, que se celebra en Estocolmo (Suecia).
Consciente de que el planteamiento propuesto por la Comisión es ’’una posible zona de aterrizaje, aunque no la única’’, ha afirmado estar ’’convencido’’ de que haber presentado una buena base para las negociaciones. ’’No somos un órgano militar, hay discusiones, podemos trabajar en esto para llegar a un consenso’’, ha agregado, en una referencia por la que después ha pedido disculpas.
Sobre las diferencias que han manifestado, de un lado, países como Alemania, que pide un endurecimiento de la disciplina fiscal, o de otro, voces críticas como la de Italia, que reclama más concesiones, Gentiloni ha incidido en que esto revela que la propuesta es ’’equilibrada’’ porque la Comisión no vive ’’en otro planeta’’.
’’Tengo confianza porque veo que hay conciencia de la necesidad de llegar a este acuerdo y tenemos varios meses para lograrlo’’, ha zanjado.
En la misma línea, el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis, ha recordado que Bruselas ha realizado ’’amplias consultas’’ hasta llegar a lo que también ha resaltado como una propuesta ’’equilibrada’’, al tiempo que ha incidido en que ’’lo importante ahora es que los países se comprometan de forma constructiva’’ para lograr un acuerdo a pesar de lo ’’ambicioso’’ de la línea temporal.
El letón ha animado a trabajar con ’’ese calendario en mente’’ aunque ha avanzado que, de no alcanzar el acuerdo este año, se extenderían las orientaciones fiscales que el Ejecutivo comunitario ha planteado para 2024 como periodo de transición.
NEGOCIACIONES BAJO PRESIDENCIA ESPAÑOLA Precisamente, será España la que pilote ese pacto para definir una nueva política fiscal comunitaria, ya que el grueso de las negociaciones coincidirá con la presidencia española del Consejo en la segunda mitad del año y para lo que la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ya avanzado que ’’hará todo lo posible’’.
’’Hay que ver las distintas posiciones para plantear un calendario y una estrategia y lograr un acuerdo antes de final de año’’, ha explicado este viernes en Estocolmo, donde ha reconocido que se trata de un expediente ’’complejo y desafiante’’, por lo que ’’nadie debería sorprenderse de que haya diferentes posiciones en la mesa’’.
En cualquier caso, ha destacado que es ’’muy buena noticia’’ que Bruselas haya presentado ’’por fin’’ una propuesta sobre la mesa porque eso ofrece una base ’’concreta y detallada’’ para empezar las negociaciones en el Consejo, bajo una presidencia española que ’’hará todo lo posible para avanzar en la reforma de las normas fiscales’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)