Los españoles de entre 35 y 40 años de edad son los más emisores de dióxido de carbono (CO2) en el conjunto del país, con 6,9 toneladas de CO2 per cápita de media, lo que representa en torno a un 10 por ciento más que la media de los adultos españoles, según concluye un informe de BBVA Research.
El trabajo ’La Huella de Carbono de los hogares españoles’ destaca que los hogares españoles con mayor consumo emiten más CO2 que los de menor gasto y, aunque las emisiones en el ámbito de la alimentación o la energía mantienen una distribución menos desigual, sí se amplían las diferencias en cuanto al uso del transporte.
Por edades, el estudio señala que las emisiones de los servicios energéticos tienden a aumentar con la edad del consumidor, mientras que las del transporte presentan una forma de ’’U’’ invertida con un máximo en dicho tramo entre 35 y 40 años. Estos resultados son consecuencia de los diferentes patrones de consumo, influidos por factores como nivel de ingresos o estilo de vida.
En el caso de los que tienen 70 años o más se aprecia una reducción de su huella de carbono cercana al 27% respecto a la media. Los individuos más jóvenes (menores de 25 años) emiten entre un 10 por ciento y un 18 por ciento menos de CO2 que el grupo de mediana edad (30-40 años).
Por tanto, concluye que desde la edad adulta joven hasta la mediana edad se produce un aumento de las emisiones de C02 del 22 por ciento, aunque a esta tendencia le sigue una disminución de consumo similar durante la vejez.
Según dicho informe –que combina la metodología estándar Input-Output con una base de datos masivos (Big Data) de transacciones de consumo convenientemente anonimizadas y elevada a la estructura de la economía española–, las emisiones relacionadas con el transporte y con los bienes y servicios considerados de lujo muestran una desigualdad relevante, mientras que las emisiones de CO2 de los hogares españoles referidas a la vivienda y los servicios energéticos muestran una distribución mucho menos desigual.
En general, el estudio de BBVA Research arroja luz sobre la evolución de la huella de carbono en diferentes grupos de edad y para las principales categorías de consumo.
Las conclusiones subrayan la importancia de considerar las diferencias en la tipología de consumo, edad o ingresos, al formular políticas de mitigación de las emisiones, sobre todo en las relacionadas con aquellos productos de distribución más desigual, como el transporte.
BRECHA DE GÉNERO: LOS HOMBRES EMITEN MÁS CO2 Por otro lado, el trabajo constata una desigualdad de género en la huella de emisiones de CO2, ya que los hombres, en promedio son un 12 por ciento más contaminantes a consecuencia del mayor peso que tienen en el gasto de emisiones en el transporte, que además es más intensivo en emisiones.
Mientras, las mujeres tienen una huella de carbono mayor en productos consumidos en el ámbito de la salud (10% más que los hombres) o de ropa y calzado (20% más que los hombres). El consumo de los hombres tiene una mayor huella de carbono en educación, comunicación o cultura.
Sin embargo, los datos analizan la huella de carbono generada por el consumo de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, tabaco y vivienda y, en ese sentido, señalan que en ambos sexos esta está más o menos equilibrada. Esa conclusión es similar a la del consumo de servicios como el agua, el gas o la electricidad.** Con todo, el informe de BBVA Research destaca como ’’especialmente relevante’’ la desigualdad de género que, con los datos disponibles, se imputa el gasto realizado a la persona que efectúa el pago, que no tiene que ser necesariamente quien disfruta efectivamente de él, por ejemplo, en el caso de educación, salud o entretenimiento y cultura.
Asimismo, distingue las emisiones directas e indirectas, cuya suma representa la huella total de las emisiones del consumo. Las directas son aquellas fruto de combustión en el hogar, por ejemplo para calefacción, y del uso del vehículo privado.
Las emisiones indirectas son aquellas que no realiza directamente el individuo, pero que son necesarias en los procesos productivos de los bienes y servicios de cuyo consumo disfruta. Este tipo de emisiones procede de diversas fuentes como, por ejemplo, la fabricación de una camiseta, los alimentos consumidos en un restaurante, los productos de limpieza del hogar o el proceso de fabricación de un coche, entre otros.
En suma, las estimaciones de BBVA Research indican que las emisiones indirectas de CO2, representan cerca del 70% de las emisiones totales.
Finalmente, BBVA Research aconseja una modificación de las pautas de consumo que son, según el informe ’’clave’’ para mitigar el cambio climático. De ese modo, con un consumo más sostenible, los individuos pueden ayudar a reducir el impacto negativo de sus acciones sobre el medioambiente y apoyar así, la transición hacia un futuro más sostenible.
Fuente: (EUROPA PRESS)