Varios peritos han declarado ante el juez que encontraron huellas dactilares en la caja de cartón que hallaron en el lugar del crimen y que presuntamente el acusado utilizó para hacerse pasar por repartidor y así entrar en el edificio y matar a otro hombre a tiros en Barcelona el 19 de mayo de 2017.
Así lo han explicado durante la segunda sesión del juicio este martes ante la Audiencia de Barcelona, en la que han declarado peritos, y que seguirá este jueves con testificales.
Según el escrito del fiscal, consultado por Europa Press, el acusado residía habitualmente en Suecia, pero en fechas previas a los hechos, se trasladó a España y empezó a realizar labores de búsqueda de la víctima y de personas de su entorno.
El 17 de mayo de 2019, el acusado se dirigió al edificio donde vivía la víctima y, sobre las 13.39 horas, ’’fingiendo con su actitud e indumentaria que pretendía la entrega de un paquete’’ y con un casco, consiguió acceder a su interior y subió hasta el ático en el que se encontraba el domicilio de la víctima.
’’En el momento en el que abrió confiadamente la puerta de su domicilio, el acusado repentinamente abrió fuego contra él, efectuando múltiples disparos que impactaron sobre la víctima, provocándole la muerte de modo prácticamente inmediato’’, añade el escrito.
LA VÍCTIMA NO PUDO DEFENDERSE Asimismo, el fiscal asegura que la víctima ’’no tuvo oportunidad de defensa eficaz porque el ataque fue inesperado y sorpresivo’’.
El acusado se encuentra privado de libertad por estos hechos desde el 16 de septiembre de 2019, después de ser detenido en Suecia y trasladado hasta Barcelona para que ingresara en prisión.
Fiscalía pedía 27 años de prisión para el acusado, pero este lunes el acusado aceptó 15 años de cárcel por el delito de asesinato y un año de prisión por el delito de tenencia ilícita de armas.
Fuente: (EUROPA PRESS)