El expresidente de Colombia Álvaro Uribe denunciará al antiguo líder paramilitar Salvatore Mancuso, quien en recientes declaraciones ante la Justicia afirmó ser uno de sus financiadores de campaña, además de acusarle de haber retirado la protección a Edualdo Díaz, alcalde del municipio de El Roble asesinado por las autodefensas.
’’Procederé a denunciar al señor Mancuso ante la Justicia colombiana y ante la de Estados Unidos, donde vive. Tendrá que probar que le quité los escoltas al alcalde de El Roble’’, ha adelantado Uribe en un vídeo en sus redes sociales, desde donde acusa al exjefe paramilitar de llevar ’’años con amagos maliciosos de denuncias’’.
’’Hace años el señor Mancuso expresó que había ayudado con recursos a mi campaña. Se le contestó en la época. Esa campaña fue manejada con disciplina y transparencia (…) Nadie tenía autorización de pedir ni de recibir esos recursos. Si el hecho se dio se los robaron’’, ha zanjado el expresidente.
En lo que respecta a la muerte de Díaz, Uribe ha reprochado que esta acusación vengan dos décadas después del asesinato, que las autodefensas cometieron, y ha subrayado que pidió que se le protegiera . ’’Nadie que me conozca puede decir que habría ordenado quitarle protección a un alcalde amenazado’’, ha dicho.
Asimismo, Uribe ha dicho que el alcalde de El Roble ’’contaba con dos escoltas adicionales contratados por el municipio’’, pero ’’no aceptaba’’ que la Policía o la Armada le aumentaran la protección. ’’Con frecuencia se evadía de ellos, como lo hizo para acudir a la cita que lo condujo al secuestro y asesinato’’, ha dicho.
Además de la campaña de Uribe, Mancuso ha asegurado ante la JEP que las ya disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que dirigió apoyaron la campaña del también expresidente Andrés Pastrana. ’’Llegamos a incidir en las elecciones presidenciales’’, ha dicho en una de estas audiencias, en las que ha ahondado en los vínculos entre clase dirigente, militar, empresarial y estos escuadrones armados.
Desde la semana pasada, Mancuso está declarando ante la JEP desde el centro de reclusión en Georgia, Estados Unidos, en el que se encuentra a la espera de su extradición. Estas audiencias se enmarcan en su último intento por acogerse a esta jurisdicción –surgida de los acuerdos con las FARC en 2016– en calidad de tercero colaborador, pues su pasado paramilitar le impide sumarse de otra forma.
En ese sentido, está intentado demostrar su participación como colaborador de las fuerzas de seguridad en algunos de los crímenes que se cometieron en casi cinco décadas de conflicto armado, entre ellos el de los falsos positivos, civiles asesinados por el Ejército y que después se hicieron pasar por guerrilleros.
Mancuso se encuentra desde hace dos años en un centro de retención de inmigrantes, en Estados Unidos, país en el que cumplió una pena por narcotráfico, sin embargo, en Colombia, en donde hace unos meses se le concedió cuatro años de libertad condicional, tiene cuitas pendientes por su pasado al frente de las AUC.
Así, ha reconocido haber estado implicado en al menos 300 asesinatos, entre los cuales están los de la masacre de El Aro, que le acarreó una condena de 40 años de cárcel que jamás cumplió por sumarse al mecanismo Ley de Justicia y Paz, promovido por Uribe para desmovilizar a paramilitares.
A su vez, tiene abiertos dos procesos judiciales en Colombia por su responsabilidad en más de 600 homicidios, el desplazamiento forzoso de casi 1.000 personas y más de una treintena de desapariciones forzadas.
Fuente: (EUROPA PRESS)