Podemos vuelve a sufrir la sangría electoral que la formación política viene padeciendo en las últimas citas con las urnas, un retroceso que se ha acentuado particularmente este domingo 28 de mayo con las elecciones autonómicas, con pérdida de todo su poder territorial, quedando fuera de Madrid y la Comunidad Valenciana, y en las municipales, donde Ada Colau no retiene el bastón de mando en Barcelona. Los de Ione Belarra acudían a los comicios con récord de candidaturas de unidad con Izquierda Unida que, sin embargo, no han servido para aumentar el número de apoyos entre el electorado.
De nuevo, la formación morada vuelve a mostrar su flaqueza territorial, uno de los problemas del partido desde los comicios de 2019, y llegará debilitado al proceso de reagrupación de la izquierda que impulsa Sumar, la plataforma que lidera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. El fracaso electoral ha llevado a la dirección nacional a dejar la valoración general de los resultados del 28M a los candidatos de Madrid, Roberto Sotomayor y Alejandra Jacinto, que es también coportavoz del partido.
Podemos e Izquierda Unida acudían juntos en diez de doce autonomías, a excepción de Asturias y Aragón, donde no hubo acuerdo de unidad. Pese a ello, el socio minoritario del Gobierno central ha retrocedido su poder territorial en todas las comunidades autónomas, sin lograr conformar mayorías alternativas con el PSOE para gobernar e, incluso, perdiendo cuatro ejecutivos autonómicos que cogobernaban (Aragón, Comunidad Valenciana, Canarias y Baleares). Solo podría mantenerse en el de Navarra, en el caso de que la socialista María Chivite reeditara el pacto de 2019. En concreto, han pasado de 47 diputados autonómicos en 2019 a 15 parlamentarios en estas elecciones.
De hecho, ha desaparecido a nivel territorial en dos plazas importantes, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana, que consideraban claves para frenar mayorías del PP o influir en futuros gobiernos. Tampoco alcanzan su objetivo de entrar en los parlamentos regionales de Castilla-La Mancha y Cantabria y además se han quedado fuera de Canarias, donde compartían coalición con el socialista Ángel Víctor Torres.
En la primera región, la victoria de la ’popular’ Isabel Díaz Ayuso y el empuje de Más Madrid ha expulsado a Podemos e IU de la Asamblea, al perder los diez escaños que obtuvo en 2021 con Pablo Iglesias de candidato, mientras que en la segunda, donde Héctor Illueca formaba parte del gobierno del ’Botànic’ junto a PSOE y Compromís, se queda fuera del Parlamento valenciano, sin lograr retener los ocho diputados de los anteriores comicios.
Además, en el resto de autonomías, los ’morados’ empeoran sus últimos resultados. En Asturias, Podemos se desplomó de cuatro a solo un representante en la Junta General del Principado e IU, bajo la marca ’Convocatoria con Asturias’, mejoró de dos a tres escaños.
No es mejor la situación en Aragón, donde ambas formaciones se presentaron también separadas, y solo lograron un diputado cada una. Con un único representante también se conformó Unides Podem en Baleares, de los seis que consiguió en 2019.
Los mejores resultados de Podemos e Izquierda Unida fueron en Extremadura, en la que mantienen cuatro escaños en la Asamblea; en la Región de Murcia, donde también conservan a dos parlamentarios, los mismos que hace cuatro años; al igual que ocurre en La Rioja, con dos diputados que no son suficientes para sumar con el PSOE. En Navarra, ambas formaciones, enmarcadas bajo la marca ’Contigo Navarra, obtuvieron tres escaños.
DESPLOME EN CIUDADES La debacle de Podemos e Izquierda Unida, que acudían unidas en 39 de 52 capitales de provincia, también ha sido pronunciada en las grandes ciudades del país. La dirección nacional se ha volcado con el candidato a la Alcaldía de Madrid para que la formación entrara en el consistorio madrileño y frustrar una victoria holgada de José Luis Martínez-Almeida.
Finalmente, el PP ha arrasado con mayoría absoluta, mientras que Roberto Sotomayor se queda con cero ediles. Algo parecido ocurre en Valencia, en la que Podemos ya era extraparlementaria y ahora, en las elecciones de 2023, tampoco logra representación con Pilar Lima.
En Barcelona, la debacle ha desalojado a Ada Colau del Ayuntamiento de Barcelona, retrocediendo de diez a nueve concejales, pero cayendo a la tercera posición por detrás de Jaume Collboni y Xavier Trias, el más votado. De esta manera, los ’comunes’ pierden su joya de la corona, una de las plazas donde la vicepresidenta segunda y líder de ’Sumar’, Yolanda Díaz, más se volcó en su campaña electoral.
También desaparece Podemos en Zaragoza, al no lograr ningún concejal frente a los dos que logró en 2019, e Izquierda Unida, que se presentó separada de la formación morada en la capital aragonesa con la marca ’Zaragoza en común’, baja de tres a dos ediles. En Murcia, la formación morada queda extraparlamentaria frente a la mayoría de PP.
En Sevilla, pese a que Podemos e IU concurrieron bajo la marca ’Con Andalucía’ junto a otras seis formaciones, incluida Más País, han logrado dos concejales frente a los cuatro que consiguieron en los comicios de 2019, a los que fueron unidos junto a Adelante, y no alcanzan mayoría con el PSOE. En la otra gran capital andaluza, Málaga, donde también hubo candidatura de unidad, han retrocedido de tres a dos ediles.
Peor es la situación en Cádiz, con Podemos sin lograr ningún concejal en el ayuntamiento. Los ’morados’ se descolgaron en el último momento de un acuerdo con Adelante e IU, que tampoco consigue retener el poder que ostentaba desde 2015 José María González ’Kichi’, y pierde más de la mitad de los ediles que consiguió en 2019 (pasan de 13 a seis).
SIN REMONTAR DESDE 2019 El actual espacio confederal ahonda en su espiral negativa que inició en 2019, donde perdió buena parte de su representación regional y local con la que irrumpió en 2015 dentro del panorama político. Entonces logró sus mejores resultados históricos en esta cita electoral, cuando entró con fuerza en los principales parlamentos autonómicos e incluso logró, al auspiciar candidaturas municipalistas, gobernar en los consistorios de Madrid, Zaragoza o A Coruña, los denominados ’ayuntamientos del cambio’.
Ya en las elecciones generales de 2019, Unidas Podemos experimentó, aunque de forma más contenida, un desplome electoral al perder la mitad de sus escaños (de los 71 de 2016 a 35 del 10N), unos resultados que, sin embargo, palió al entrar en el Gobierno con el PSOE. No obstante, la coalición de Podemos e IU se dejó por el camino a más de 1,9 millones de votantes respecto a los comicios nacionales de 2016.
No obstante, en 2020 sufrió otro duro golpe electoral al quedarse fuera del Parlamento de Galicia y un severo descenso en Euskadi, donde redujo a la mitad su representación (de 11 a 6 parlamentarios). En las elecciones madrileñas de 2021, la formación morada e IU mejoraron sus resultados con el exvicepresidente Pablo Iglesias como candidato, al subir de 7 a 10 escaños, pero no cumplió el objetivo de ser determinante para evitar la victoria contudente de la ’popular’ Isabel Díaz Ayuso, por lo que el exlíder de Podemos presentó su dimisión la misma noche electoral.
En Castilla y León, con el adelanto electoral, ambas formaciones padecieron también un varapalo al quedarse con solo un diputado y las últimas andaluzas del año pasado, con el experimento de frente amplio de Podemos, IU y Más País (con la coalición ’Por Andalucía’) fracasó al cosechar solo cinco diputados sin impedir la mayoría absoluta de Juanma Moreno (PP). El único paréntesis en esa tendencia fueron los comicios autonómicos catalanes de 2021, que ganó el socialista Salvador Illa y donde los ’comunes’ lograron conservar sus ocho diputados.
Fuente: (EUROPA PRESS)