Estados Unidos y Arabia Saudí han subrayado su disposición para reanudar las conversaciones de paz de Yedá entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), después de que anunciaran la pausa de las mismas como consecuencia de las repetidas violaciones del alto el fuego a corto plazo.
Ambos países, como facilitadores, han indicado que ’’están dispuestos a reanudar las conversaciones de Jeddah una vez que las partes hayan dado los pasos necesarios’’. Así, han explicado que las partes han comunicado las medidas que desean ver aplicadas por la otra parte antes de la reanudación de las negociaciones, que tienen como objetivo el restablecimiento de la ayuda humanitaria y los servicios esenciales.
’’Estas violaciones han impedido la entrega de ayuda humanitaria y el restablecimiento de los servicios esenciales, que son el objetivo del alto el fuego a corto plazo’’, reza un comunicado conjunto.
No obstante, Washington y Riad han remarcado que, aunque las negociaciones estén en pausa, las partes ’’siguen vinculadas a sus obligaciones’’ en virtud del compromiso de proteger a los civiles y la prórroga de alto el fuego de cinco días firmada este lunes.
’’Aunque se respetó de manera imperfecta, el alto el fuego inicial de siete días condujo a una cierta reducción de los combates que permitió que la ayuda humanitaria llegara a unos dos millones de sudaneses y les dio cierto respiro’’, se puede leer en la misiva.
Sin embargo, han denunciado que ambas partes ’’cometieron graves violaciones del alto el fuego’’, como la ocupación de viviendas, negocios privados, edificios públicos y hospitales, o ataques aéreos y de artillería. Desde el inicio de las hostilidades el 15 de abril, los agentes humanitarios han denunciado el robo de 115 vehículos y el saqueo de 57 almacenes y 55 oficinas.
’’Ambas partes afirman representar los intereses del pueblo sudanés, pero sus acciones han agravado su sufrimiento y puesto en peligro la unidad nacional y la estabilidad regional’’, han denunciado.
Esta suspensión tiene lugar un día después de que al menos 18 personas muriesen y más de un centenar resultaran heridas por el impacto de proyectiles de artillería contra un mercado en la capital de Sudán, Jartum, en medio de los combates entre el Ejército y las RSF, según informó el Sindicato de Doctores de Sudán.
Las RSF acusaron al Ejército de cometer un ’’acto atroz’’. ’’Las fuerzas golpistas y los restos del antiguo régimen terrorista (del expresidente Omar Hasán al Bashir) atacaron a civiles inocentes en las áreas de Mayo, Andalus y Al Azhari, en Jartum’’, señalaron.
Las conversaciones arrancaron a principios de mayo en la ciudad de Yedá y derivaron en una declaración de compromiso sobre la protección a los civiles y dos breves treguas, si bien todas ellas han sido violadas en repetidas ocasiones por las partes en conflicto. De hecho, el Ejército y las RSF acordaron el lunes prorrogar cinco días el último alto el fuego, si bien durante la jornada del martes se registraron intensos enfrentamientos en la capital, Jartum, y otras localidades situadas en los alrededores de la ciudad.
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
Sin embargo, la negativa del líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ’Hemedti’, a las condiciones de esta reintegración derivaron en unas tensiones que provocaron aplazamientos en la formación del nuevo gobierno de transición y, finalmente, en unos combates que han dejado más de 700 muertos, según el balance oficial, si bien un sindicato de médicos sudanés ha elevado a más de 860 el número de fallecidos.
Fuente: (EUROPA PRESS)