La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que las aerolíneas obtendrán un beneficio neto de 9.800 millones de dólares (9.165,45 millones de euros) en 2023, lo que supone duplicar las previsión anterior, de la asociación, que preveía un beneficio de 4.700 millones de dólares (4.395 millones de euros).
IATA, que celebra estos días su cumbre anual en Estambul, ve así un fortalecimiento de la rentabilidad del sector aéreo con respecto a lo que se preveía el año pasado.
Los beneficios de explotación del sector alcanzarían los 22.400 millones de dólares (20.940 millones de euros), muy por encima de la anterior previsión, de 3.200 millones de dólares (2.992 millones de euros).
En cuanto a la carga, espera que los volúmenes sean de 57,8 millones de toneladas, algo por debajo de los 61,5 millones de toneladas transportadas en 2019 con una fuerte desaceleración de los volúmenes de comercio internacional.
Los ingresos totales crecerían un 9,7% interanual hasta los 803.000 millones de dólares (751005,75 millones de euros), mientras que los gastos presentarían un crecimiento anual del 8,1%.
’’Los resultados financieros de las aerolíneas en 2023 están superando las expectativas’’, ha señalado el director general de la IATA, Willie Walsh, quien explica esta mejora por ’’varios acontecimientos positivos’’, el levantamiento de las restricciones en China antes de lo previsto. Walsh también destaca que, por el lado de los costes ’’hay cierto alivio’’, ya que los precios del combustible, ’’aunque siguen siendo elevados, se han moderado en el primer semestre’’.
LA INFLACIÓN, LA GUERRA Y UNA RECESIÓN: PRINCIPALES RIESGOS No obstante, el entorno económico y geopolítico presenta varios riesgos para las perspectivas. El margen de margen de beneficio neto es del 1,2%, por lo que la rentabilidad del sector es frágil y podría verse afectada (positiva o negativamente) por diversos factores.
En concreto, IATA destaca que las medidas de lucha contra la inflación están madurando a ritmos diferentes en los distintos mercados y que sigue existiendo riesgo de recesión.
Asimismo, continúa la guerra en Ucrania y una escalada de la tensión podría tener consecuencias muy negativas para la aviación mundial. También se mantienen los problemas en la cadena de suministro debido a tensiones políticas y los fabricantes de aviones se están encontrando problemas para conseguir completar el ciclo productivo.
Fuente: (EUROPA PRESS)