La Justicia de Bolivia ha sentenciado este martes al exlíder del Comité Cívico de Santa Cruz, Rómulo Calvo, a dos años de cárcel por la retirada de la bandera indígena wiphala en actos protocolarios en 2021.
Calvo ha sido acusado de incitación al racismo, discriminación y ultraje a la wiphala. Después de cuatro horas de audiencia, el acusado ha salido con custodia policial, según recoge la agencia de noticias ABI.
Sin embargo, medios locales informan de que en el Palacio de Justicia de Santa Cruz se han producido incidentes entre seguidores del exlíder cívico y agentes de la Policía, que utilizaron gases lacrimógenos entre agresiones y forcejeos.
Calvo ha denunciado que la Policía quiso subirlo a una camioneta para supuestamente llevarlo a su casa, pero él se negó y huyó con la ayuda de sus allegados. ’’La Policía me quiso llevar con engaños a mi casa, vino con ese cuento’’, ha explicado.
Tras la accidentada salida de Calvo de la sede de justicia de la capital, el exlíder se ha pronunciado sobre la sentencia, sosteniendo que siente ’’tranquilidad y paz’’ por haber actuado ’’de forma correcta’’.
Asimismo, ha denunciado que la justicia ’’ha pactado con un partido político y se deja presionar’’, en referencia al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), según ha recogido el periódico ’Correo del Sur’.
’’Hay malos fiscales, malos jueces, una policía que atenta y vulnera los derechos de la población. La población está cansada (…) A mí la wiphala no me representa’’, ha aseverado.
El actual líder del Comité pro Santa Cruz, Fernando Larach, ha señalado que ’’todo estaba armado’’ porque antes de conocer la sentencia, se había instalado un fuerte contingente policial en el edificio judicial.
’’Estamos viviendo una situación con aristas de dictadura’’, ha denunciado Larach, que ha cuestionado también el ’’servilismo’’ de los jueces con el Gobierno de Luis Arce.
Diputados y senadores del MAS denunciaron al entonces gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho; a Rómulo Calvo y al diputado regional José Carlos Gutiérrez, además de a las legisladoras Keyla García y Lisseth Durán, por ’’racismo y ultraje a símbolos patrios’’.
La tensión en torno a la wiphala creció a raíz de lo ocurrido en septiembre de 2021 en los actos protocolarios por la efeméride de Santa Cruz, tras lo que el Gobierno de Bolivia y sectores afines al MAS denunciaron la actitud de Camacho ante la enseña. Por su parte, Camacho apuntó que el izado de la bandera no estaba programado y que fue ’’una imposición’’. Además, el incidente supuso la celebración de movilizaciones y marchas impulsadas por el MAS para reivindicar este símbolo, reconocido en la Constitución boliviana.
Fuente: (EUROPA PRESS)