El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha desvelado cargos contra tres personas que supuestamente financiaron a grupos separatistas en Camerún, en medio del conflicto en las regiones de mayoría anglófona del país africano.
Así, ha indicado que los tres imputados, ciudadanos estadounidenses de origen camerunés, fueron arrestados el lunes, tras los que fueron acusados de «conspiración para dar apoyo material a los secuestros» y «uso de armas de destrucción masiva en un país extranjero».
Los acusados han sido identificados como Claude Chi, Francis Chenyi y Lah Nestor Langmi, quienes son sospechosos de «apoyar y recaudar fondos para combatientes separatistas en Camerún desde el 1 de enero de 2018».
El Departamento de Justicia estadounidense ha resaltado que todos ellos «ocupan altos cargos en una organización que apoyó y dio órdenes a un grupo separatista armado conocido como Fuerzas de Restauración de Ambazonia y otros combatientes separatistas en la Región Noroeste».
En este sentido, ha recalcado que los imputados habrían recaudado fondos para comprar equipamiento, suministros, armas y materiales explosivos «para ser usados en ataque contra personal gubernamental camerunés, fuerzas de seguridad y propiedades, así como civiles que apoyarían al Gobierno».
Los fondos habrían sido obtenidos a través de aplicaciones en Internet y plataformas de pago, tras lo que fueron transferidos a cuentas bancarias y de criptomonedas a través de intermediarios para ser entregados a «combatientes separatistas».
De esta forma, los acusados habrían recaudado más de 350.000 dólares (una cifra similar en euros) en donaciones, al tiempo que «conspiraron con otras personas para secuestrar civiles en Camerún y retenerlos a la espera del pago de rescates».
«En algunas ocasiones, ciudadanos estadounidenses fueron extorsionados para obtener el pago de rescates para lograr la liberación de sus familiares raptados que vivían en Camerún. Los rescates fueron posteriormente entregados a los combatientes separatistas para financiar sus operaciones», ha remachado el Departamento de Justicia estadounidense.
Las regiones anglófonas de Camerún –Noroeste y Suroeste– se han visto sacudidas por el conflicto a raíz de la represión de los movimientos separatistas tras la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.
El año anterior, esta zona –otrora parte de las colonias británicas en África pero que decidieron unirse al Camerún francés– fue escenario de protestas pacíficas para reclamar una mayor autonomía o la independencia argumentando una discriminación por parte de las autoridades centrales, también en temas de idioma.
Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos, han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.