El Kremlin ha destacado este lunes que el tope fijado por países occidentales al petróleo ruso no afectará a la financiación de las operaciones militares en Ucrania y ha adelantado que Moscú «está preparando» una respuesta a la medida, que Rusia «no reconoce».
«La economía de Rusia tiene el potencial necesario para satisfacer totalmente todas las necesidades y requisitos en el marco de la operación militar especial, así que dichas medidas no tendrán impacto», ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov.
Sin embargo, ha alertado de que esta medida «afectará a la estabilidad del mercado energético global en términos de su total desestabilización», antes de reiterar que Moscú «no reconoce ningún tope», algo que ha descrito como «obvio».
Peskov ha argumentado además que todos los países deben prepararse para un mayor aumento de los precios. «Es obvio e indiscutible que la adopción de esta decisión es un paso hacia la desestabilización de los mercados mundiales de energía», ha zanjado, según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
El Gobierno ruso acusó el sábado a Occidente de remodelar por su cuenta y riesgo, y de manera «peligrosa e ilegítima» los principios del libre mercado al fijar este viernes un tope de 60 dólares (unos 57 euros) al petróleo procedente de Rusia.
La medida sigue el acuerdo alcanzado en el seno del G7 para un fijar un tope entre 65 y 70 dólares al crudo ruso, y está dirigida al petróleo transportado por mar y no afectará al que llegue a Europa a través de oleoducto, después de la excepción lograda por Hungría y otros socios europeos sin salida al mar que aducen su gran dependencia del petróleo ruso.