Los talibán han anunciado este lunes la detención de un presunto miembro del grupo yihadista Estado Islámico por su papel en el ataque perpetrado el viernes contra la Embajada de Pakistán en la capital, Kabul.
El portavoz de los talibán y viceministro de Información afgano, Zabihulá Muyahid, ha señalado que el sospechoso «es extranjero y miembro de Estado Islámico», antes de agregar que «extranjeros» estuvieron detrás del ataque.
«Estos círculos quieren crear una atmósfera de desconfianza entre dos países hermanos como Afganistán y Pakistán con estas acciones siniestras», ha dicho a través de su cuenta en la red social Twitter, al tiempo que ha recalcado que las operaciones siguen en marcha.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, reclamó a los talibán que actuaran contra los responsables del atentado contra el representante paquistaní en Kabul y que dejó un herido muy grave entre el personal de seguridad. Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) reclamó la autoría del ataque.
El Ministerio de Exteriores paquistaní indicó el domingo que está intentando verificar la reclamación de la autoría «de forma independiente y en consulta con las autoridades afganas». «Debemos actuar de forma decidida con todo nuestro poderío colectivo para derrotar esta amenaza», resaltó.
Por otra parte, ha confirmado que el jefe de la misión diplomática paquistaní en Kabul, Ubaid-ur-Rehman Nizamani, ha regresado a Islamabad para participar en «consultas previstas previamente», según ha recogido la cadena de televisión Geo TV.
El atentado tuvo lugar días después de que una delegación pakistaní visitara Kabul para abordar la escalada de violencia que se está produciendo en la frontera desde que los talibán tomaron el poder en agosto de 2021, así como el fin del alto el fuego declarado recientemente por el grupo armado Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP), conocido como los talibán paquistaníes.
El TTP, que difiere de los talibán afganos en asuntos organizativos pero sigue la misma interpretación rigorista del islam suní, aglutina a más de una docena de grupos de militantes islamistas que operan en Pakistán, donde han matado a unas 70.000 personas en dos décadas de violencia.