El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, ha tildado a su homólogo ruandés, Paul Kagame, de ser un «enemigo» del país, en medio de las tensiones diplomáticas en torno a la ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este de RDC.
«No sirve de nada ver a los ruandeses como un enemigo. Es el régimen ruandés, con Kagame a la cabeza, el que es un enemigo de RDC. Los ruandeses y las ruandesas son nuestros hermanos y hermanas», ha dicho Tshisekedi, según ha informado la emisora congoleña Radio Okapi.
Así, ha indicado que la población ruandesa «necesita ayuda para liberarse, porque están amordazados». «Necesitan nuestra solidaridad para deshacerse de este tipo de líderes retrógrados como Paul Kagame», ha manifestado Tshisekedi.
El presidente congoleño ha manifestado que Kagame «se enorgullece de ser un provocador de guerras». «En su lugar, yo me escondería. Estaría avergonzado. Es vergonzoso y diría que diabólico», ha apuntado, antes de pedir a la población congoleña que mantenga la unidad a pesar de las diferencias políticas y étnicas.
En este sentido, ha destacado que «África debe seguir adelante». «África es la última de la clase a causa de las guerras y las divisiones. Así nos hemos entendido. Desgraciadamente, eso no ha pasado porque sí, es a causa de dirigentes como Paul Kagame», ha reiterado, tal y como ha recogido el portal de noticias Actualité.
Tshisekedi ha respondido así con dureza a las últimas acusaciones de Kagame, que afirmó que el presidente congoleño estaba azuzando una crisis de seguridad en el este de RDC para aplazar las elecciones previstas en 2023.
Así, el presidente ruandés afirmó la semana pasada que el conflicto entre RDC y el M23 «se solucionaría fácilmente si no hubiera un país que se dirige a celebrar elecciones el año que viene y no estuviera intentando crear una emergencia para que sean aplazadas».
Asimismo, pidió esfuerzos colectivos para solucionar la amenaza de seguridad que supone el grupo armado Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) –integradas por extremistas hutu, algunos responsables del genocidio de Ruanda– y rechazó que se acuse del problema únicamente a Ruanda. «Es desafortunado que se haya convertido en algo conveniente que todos los problemas recaigan sobre los hombros de Ruanda. Siempre somos los culpables», dijo.
«Estoy empezando a creer algo en lo que nunca creí. Ha pasado tanto tiempo que no puedo evitarlo. Alguien, en algún lugar, desea que este problema exista para siempre porque hay muchas cosas en juego», advirtió, antes de criticar la «narrativa desde 1994» sobre que «responsables y víctimas (del genocidio) son lo mismo».
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército de RDC en Kivu Norte, siete años después de que las partes alcanzaran una tregua. Expertos de Naciones Unidas han acusado a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo han negado.