La ministra del Interior de Reino Unido, Suella Braverman, ha defendido en un informe de un ‘think tank’ británico que promover leyes para controlar la inmigración ilegal no es un comportamiento «xenófobo» o «anti-inmigración».
«El público británico es imparcial, tolerante y de espíritu generoso. Pero estamos hartos de que se sigan violando nuestras leyes y reglas de inmigración para engañar a nuestro sistema de asilo», ha dicho, agregando que la situación «debe terminar».
Braverman ha reconocido en el prólogo de un informe de 115 páginas publicado este lunes por el ‘think tank’ Center for Policy Studies que «el número de personas que cruzan el Canal de la Mancha para ingresar ilegalmente en Reino Unido es totalmente inaceptable», por lo que esta situación, que le cuesta «millones de libras al día al contribuyente (…)no puede continuar».
La ministra británica ha subrayado también que los recientes acuerdos migratorios, como el polémico plan criticado por organizaciones de Derechos Humanos para deportar a Ruanda a migrantes o el acuerdo de cooperación con Francia, son «medidas insuficientes».
«El primer ministro (Rishi Sunak) y yo estamos comprometidos a hacer lo que sea. Nos encontramos finalizando nuestro plan y entregaremos las normas operativas y legislativas necesarias para abordar integralmente este problema», ha indicado.
Braverman aseguró el pasado mes de octubre que su «sueño» era «tener una portada del ‘The Telegraph’ con un avión despegando a Ruanda». «Ese es mi sueño, esa es mi obsesión», sentenció durante una conferencia del Partido Conservador desde Birmingham, desde donde se mostró partidaria de tomar medidas más restrictivas contra la inmigración irregular.
Su antecesora en el cargo, Priti Patel, impulsó un proyecto para que deportar a Ruanda a aquellos migrantes que cruzaran de manera irregular a territorio británico, mientras se gestionaban sus solicitudes de asilo. Sin embargo, un recurso judicial impidió que se consumara el primer vuelo previsto para junio.