Canadá ha impuesto este lunes nuevas sanciones contra cuatro personas y dos entidades iraníes, entre las que se encuentran la Fuerza Disciplinaria de Irán, por participar en la «represión letal» contra los manifestantes, y la Universidad Internacional al Mustafa, por difundir la «ideología del régimen a través de sus filiales en el extranjero».
Según ha precisado Ottawa, la Fuerza Disciplinaria también detiene arbitrariamente a manifestantes iraníes desarmados, mientras que la citada universidad recluta «regularmente» a estudiantes en las legiones extranjeras de las Fuerzas Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.
El Ministerio de Exteriores canadiense también ha añadido en su ‘lista negra’ a Hosein Rahimi, comandante de la Policía de Teherán ya sancionado por otros países occidentales, así como a Asadolá Yafari, jefe de la administración judicial en la provincia de Jorasán del Norte, y a Seyed Morteza Musavi, jefe adjunto de la administración judicial en la provincia de Mazandarán.
«La brutal represión del régimen iraní contra los manifestantes, y en particular contra las mujeres, sigue violando los Derechos Humanos del pueblo iraní. Sus acciones han causado la muerte y heridas a muchos iraníes, incluidos niños, que han sido atacados en espacios supuestamente seguros, como las escuelas», ha dicho la parte canadiense.
Asimismo, Ottawa ha asegurado que no se quedará «de brazos cruzados» ante la violencia en el país, mientras que también se ha hecho eco del «apoyo activo de Irán a las atrocidades rusas en Ucrania mediante la venta de armas y el suministro de personal militar iraní para entrenar y ayudar al Ejército ruso».
En este sentido, la ministra de Exteriores, Mélanie Joly, ha destacado que el pueblo iraní «ha soportado durante demasiado tiempo un régimen que ha reprimido y violado su humanidad. «Exigen que se respeten sus derechos humanos, y es nuestro deber hacer eco y amplificar sus voces», ha zanjado.
