El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha asegurado este jueves que no tiene problema alguno en declarar ante la Policía Federal sobre el asunto de las joyas saudíes porque ’’no hay nada que esconder’’, sorprendiéndose de todo lo que se ha organizado. ’’Estoy hasta contento porque no hice nada malo’’, ha dicho.
Bolsonaro ha reconocido que la caja de joyas más cara, la valorada en casi tres millones de euros, que entró de manera ilegal al país cuando fue incautado en 2021 en el Aeropuerto de Guarulhos, en Sao Paulo, era para su esposa, Michelle, y que intentaron recuperarla a través de la Receita Federal, una secretaría de Economía.
’’Intentamos recuperar el otro juego de Michelle a través de solicitudes, sin violencia. No sé por qué tanto revuelo. Si están creyendo eso, que hice algo mal, me quedo hasta feliz, no tienen nada de que acusarme’’, ha dicho en una entrevista a la emisora Jovem Pan tras su llegada de Estados Unidos este jueves.
Bolsonaro ha dicho que él y su esposa supieron de la presencia de ese juego de joyas en la aduana a través de los medios de comunicación. Se trata de un colección ’’carísima’’, como él ha reconocido, que le fue interceptada a un asesor del ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, quienes hacían parte de la comitiva.
’’¿Son joyas caras? Sí, carísimas, hasta para la relación de amistad que tengo con el mundo árabe. Ellos tienen, sabes. Para ellos es un placer regalar, tienen una vida de mucho éxito’’, ha dicho Bolsonaro, quien ha afirmado que en esos países sienten verdadero ’’enamoramiento’’ por los brasileños.
’’Interesa cada vez más aproximarse al mundo árabe (…) Mi relación con el mundo árabe fue excepcional, ahí están los regalos que dieron al jefe de Estado o que mandaron entregar al jefe de Estado’’, ha dicho.
Ese cofre fue requisado en agosto de 2021 cuando su comitiva intentaba introducirlo sin permiso. Sin embargo, otro segundo juego de joyas sí logró pasar sin efectuar controles y acabó en la colección personal de Bolsonaro, aunque ya ha sido devuelto finalmente por orden el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).
Esta semana se ha sabido que Bolsonaro se llevó consigo otra caja con artículos de lujo –valorada en 89.000 euros–, que incluía un reloj Rolex de oro blanco con incrustación de piedras preciosas. Todas estas ofrendas, cortesía del reino saudí.
El ’’enamoramiento’’ del que habla Bolsonaro está valorado en unos 3,2 millones de euros, que es lo que vale el conjunto de los tres cofres que le fueron entregados, además de un juego de armas que también recibió de Emiratos Árabes Unidos.
La Policía Federal ya investiga este asunto por el que ya han declarado otros implicados, como el exministro Albuquerque. A la espera de que comparezca, Bolsonaro podría ser acusado de malversación, así como de trato de favor, si hay sospechas de que los agasajos eran algún tipo de contraprestación, y por tanto vería como queda inhabilitado para concurrir a las siguientes elecciones.
Fuente: (EUROPA PRESS)