La ministra de Exteriores de Chile, Antonia Urrejola, se ha mostrado esperanzada de que, a más tardar en noviembre, se cierre un acuerdo comercial modernizado con la Unión Europea tras llevar años bloqueado sobre la mesa.
«El equipo de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales ha continuado trabajando y estamos muy esperanzados de que en el mes de noviembre cerremos el acuerdo», ha explicado Urrejola durante una reunión con el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, en Argentina.
Así, ha asegurado que desde Santiago «están listos» para reavivar el acuerdo, del que también habló a mediados de septiembre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que instó a los Veintisiete a ratificarlo sin hacer mención a Mercosur debido a las disputas existentes con Francia.
Borrell también se refirió en verano al aprobación del acuerdo, ligándolo a la celebración del referéndum constitucional de septiembre, que finalmente fue rechazado y que ha provocado, entre otros muchos factores más, el desplome de la popularidad de Boric.
De esta forma, octubre ha sido el peor mes para el líder chileno, que ha visto cómo en los últimos meses ha ido aumentando el desencanto con su Gobierno, más aún desde la fallida consulta, según un sondeo de la empresa Cadem.
La UE ya mostró hace un año –después de que el actual presidente chileno, Gabriel Boric, ganara las elecciones presidenciales frente al representante de extrema derecha José Antonio Kast–, su intención de fortalecer los vínculos con Santiago, que tienen como pieza fundamental este acuerdo que data de 2002 y que Bruselas aspira a modernizar.
La diplomacia comunitaria insistió por aquel entonces en que esta modernización serviría para ahondar en la buena cooperación entre la UE y Chile, en materias concretas como multilateralismo, la defensa de la democracia y los Derechos Humanos, la igualdad de género, la acción climática o el crecimiento sostenible e incluyente.