El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reafirmado en su voluntad de proceder a reformar el delito de sedición, y lo ha separado de la negociación en curso con el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyo acuerdo ha dicho que está a falta de que los ‘populares’ digan sí.
Desde Pretoria, donde se encuentra de visita oficial, ha dejado claro que una cosa es «la agenda legislativa», en la que ha enmarcado la intención del Gobierno de reformar la sedición, y otra el cumplimiento de la Constitución, lo que incluye la renovación del CGPJ.
En el caso de la agenda legislativa, «se puede votar que no cuantas veces uno desee, el PP lo ha hecho con bastante fruición», ha subrayado, y «otra cosa es el cumplimiento estricto de las obligaciones constitucionales».
Sánchez ha insistido una vez más en la «crisis institucional sin precedentes» por el bloqueo en la renovación del CGPJ, que se vio agravada por la dimisión de su presidente, Carlos Lesmes, y ha llamado nuevamente al PP a cumplir con su obligación.
«El acuerdo está listo, está preparado, falta dar una respuesta a la voluntad política que manifiestan los grupos parlamentarios», ha incidido, respecto a la renovación del CGPJ. «El Gobierno dice sí de manera rotunda», ha recalcado.
ENCONTRAR UNA POSICIÓN EQUILIBRADA El presidente ha asegurado que «nunca como ahora hemos estado tan cerca» del acuerdo, lo cual «es una buena noticia y da también prueba de la voluntad política de ambas partes en poder llegar a un acuerdo y encontrar una posición equilibrada para el PP tambien».
Sánchez no ha querido entrar a detallar cuáles serían los puntos de fricción que impedirían cerrar ya el acuerdo o los plazos que baraja el Gobierno para que esto ocurra, más allá de reiterar su «sí rotundo» para poner fin a esta crisis.
«Esto tiene que estar por encima de cualquier otra consideración», ha sostenido el presidente, insistiendo en que se puede «discrepar de la agenda legislativa» del Gobierno, «esa es la democracia» y para ello se puede votar en contra o enmendar, pero otra cosa es «el cumplimiento estricto de la Constitución, al cual nos debemos todos, sobre todo aquellos partidos que se dicen de Estado».
Dicho esto, ha confiado en que «podamos desbloquear esta situación por el bien instituciones, por el bien de la democracia y por el bien de nuestro país».
REFORMA DEL DELITO DE SEDICIÓN Por lo que se refiere a la reforma de la sedición, ha esquivado aclarar en qué términos concretos lo hará, pero la ha defendido genéricamente, argumentando que la situación en Cataluña es «mucho mejor» que en octubre de 2017 y «en esa hoja del reencuentro de la superación de una crisis política que llevó a una situación inédita en los 40 años de democracia se debe resolver por cauces políticos». «En eso está el Gobierno», ha dicho.
Asimismo, ha subrayado que una de las principales lecciones de la «situación de desencuentro y quiebra» de 2017 es la «necesidad de homologar algunos tipos de delito de nuestro Código Penal al contexto europeo en el que nos desarrollamos, nos desenvolvemos y al cual pertenecemos». «Ese es el planteamiento del Gobierno de España», ha zanjado.