El jefe de circulación de la estación de Santiago, José Luis Carreira, empleado de Adif, ha constatado que el tramo en el que se produjo el accidente del Alvia en la línea que conecta Ourense con la capital gallega «podía estar mejor señalizado».
Durante su declaración en el juicio por el siniestro, que ha durado algo menos de 40 minutos, el jefe de circulación de la estación compostelana ha señalado que la entrada en la bifurcación de A Grandeira es «complicada», pero ha añadido que él «no» percibió riesgo de descarrilamiento.
En cualquier caso, a preguntas del fiscal, ha advertido de que el riesgo que entrañaba ese tramo de la línea se lo escuchó a varios maquinistas cuando estaban «comentando cosas del trabajo», en el momento en el que se realizaban las pruebas de la línea.
«No lo comentábamos todos los días, pero sí se tiene comentado alguna vez», ha dicho. «¿Y usted hizo algo?», le ha preguntado el representante del Ministerio Público, a lo que este trabajador ha respondido que no lo hizo porque no es maquinista ni conoce «la peligrosidad de la curva» porque no circula por ella.
Así, ha aclarado que los maquinistas «lo comentaban más bien entre ellos» y él era «más bien un espectador». «Yo estoy en un puesto de control, nada más», ha puntualizado.
En este sentido, ha dicho que «todo es mejorable» pero que no era su «cometido» comunicar estas circunstancias. «Yo puedo trasladar averías que me ocurren a mí, en mi sistema. Si son reiteradas o no son reiteradas. Averías concretas de mi sistema. Nada más», ha resuelto.
EL FALLO HUMANO A cuestiones del abogado de la asociación de víctimas Apafas, José Luis Carreira ha afirmado que él no participa en reuniones con personal de seguridad, mientras que a la abogada del estado le ha indicado que el ordenador protege contra el fallo humano, «tiene incompatibilidades» que no le permite hacer.
Esto ha sido aprovechado por el abogado que defiende al maquinista –uno de los dos acusados, junto al ex jefe de seguridad de Adif– en su turno, cuando le ha interrogado sobre qué es lo que protege del error humano a un maquinista. «Imagino que el sistema de señales. Debería», ha incidido este jefe de circulación.
A mayores, ha precisado que la señal E’7, en vía libre –la que tomaban como referencia algunos maquinistas para comenzar el frenado de 200 a 80 kilómetros por hora ante la ausencia de otras señales–, «no indica ninguna velocidad», sino simplemente que se puede circular sin ningún tipo de restricción, siguiendo el libro horario y el cuadro máximo de velocidades.
«VISITAS DE SEGURIDAD»
En otro punto de los interrogatorios, Carreira ha sido interpelado por su conocimiento sobre las funciones de seguridad en la circulación. «Entro en contacto con ellos porque también me vigilan a mí. Yo tengo visitas de seguridad para saber que mi servicio está en condiciones de seguridad. Y tengo una habilitación», ha respondido.
En concreto al letrado que defiende al exdirectivo de Adif, al que se le imputa por la evaluación de riesgos en la línea, le ha apuntado que «evaluaciones de riesgo son unas cosas y visitas de seguridad son otras». «Lo que me hacen a mí son visitas», ha aclarado.
Por último, el abogado del maquinista Francisco Garzón le ha cuestionado sobre «a quién correspondía en Adif verificar si había un riesgo», a lo que este jefe de circulación ha dicho que «al personal que analiza los riesgos de la línea». Y ha precisado: «Hay un departamento en Adif para eso».