Estudiantes se han manifestado este jueves, convocados por el Sindicato de Estudiantes, en ciudades de toda España en defensa de la salud mental y para reclamar un «plan de choque urgente». Por este motivo, la organización ha convocado una huelga estudiantil y concentraciones en Madrid, en Cataluña, Andalucía, el País Vasco, la Comunidad Valenciana, Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y Extremadura.
«Hablar del suicidio ayuda a prevenir», han coreado los asistentes a la manifestación madrileña, mientras partían de la Plaza de Callao para avanzar por la Gran Vía en dirección a la Plaza de Cibeles.
La huelga estudiantil, según ha asegurado la secretaria General del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorra, ha tenido un seguimiento del 90 por ciento en todo el territorio nacional. «Ha sido una huelga con mucho seguimiento», ha señalado Latorre en declaraciones a los medios durante la concentración en Madrid.
En la manifestación de la capital, cientos de estudiantes han pedido la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. «Defendemos la educación pública, ¡Fuera Ayuso!», apuntaban algunas pancartas portadas por los jóvenes.
Para proteger la salud mental y defender la educación pública, los estudiantes reclaman un «aumento drástico» de los recursos en salud mental para llegar al menos al 15% del gasto total en salud (actualmente es del 5%) y la creación de miles de plazas de psicología y psiquiatría en la Atención Primaria, en Hospitales, y en los colegios, institutos y facultades públicas. «Por una educación sexual, emocional y de prevención de suicidios como parte de los planes de estudio», reclaman.
También exigen una educación pública 100% gratuita desde Infantil a la Universidad, así como la gratuidad total de libros de textos, la supresión de las tasas académicas en Formación Profesional y Universidad y un plan de inversión del 7% del PIB. «¡Ni un euro para la privada-concertada!», han coreado.
Asimismo, los jóvenes han salido a las calles para pedir «un puesto de trabajo digno al acabar los estudios o subsidio de desempleo para todos los jóvenes». «No es posible tener una buena salud mental con salarios de miseria y contratos que nos impiden tener vida social», aseguran.
Por otro lado, los estudiantes han demandado la nacionalización de la sanidad privada y la industria farmacéutica, ya que consideran que la salud «no puede seguir siendo un privilegio de clase ni un negocio, deben estar al servicio de las necesidades sociales».
El Sindicato de Estudiantes ha lamentado que recibir atención psicológica en los hospitales públicos «se ha convertido en una carrera de obstáculos, con listas de espera eternas y centros sin suficientes profesionales en salud mental». «Ante este colapso, nos quieren obligar a desembolsar miles de euros en consultas privadas, para que grandes empresas se forren a costa de nuestro sufrimiento», critican.