El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha afirmado este jueves la importancia de transitar hacia un sistema de producción y consumo sostenible en el que «el paradigma de la alimentación como mercancía sea superado por el de la alimentación como derecho humano».
Así lo ha defendido el titular de la cartera de Consumo durante su intervención en la inauguración del encuentro ‘Unoconcinco, hacia un sistema alimentario sostenible en España’, organizado por la Fundación Daniel y Nina Carasso para abordar los retos del sistema alimentario actual.
En su intervención, Alberto Garzón ha recalcado que uno de los pilares para entender por qué es necesario «un consumo y una dieta saludable y sostenible» es ser consciente de que hay que vivir «dentro de los límites biofísicos del planeta y, a la vez, ser capaces de satisfacer las necesidades humanas, entre ellas, la alimentación».
Según ha argumentado el ministro, existen «obstáculos, resistencias y conflictos de intereses» entre quienes prefieren «mantener el paradigma de la alimentación como mercancía, que es incompatible con los límites planetarios», y quienes defienden el enfoque de la alimentación como un derecho humano que hay que garantizar en todo el planeta.
«Es una aproximación radicalmente distinta. Y esto es lo que tenemos que ser capaces de conseguir no solo desde el lado del consumo sino también desde el lado de la producción», ha enfatizado Garzón.
En ese sentido, el ministro de Consumo se ha comprometido a seguir trasladando a la opinión pública «el consenso y la evidencia científica». El objetivo es, por un lado, «concienciar a la ciudadanía» sobre los beneficios individuales y colectivos que tiene un consumo saludable y sostenible y, por otro, «seguir presionando a los poderes públicos y privados para que se continúe por esta senda de la sostenibilidad».
Por otro lado, tras agradecer el «trabajo y compromiso» de la sociedad civil presente en el encuentro, Garzón ha enumerado algunos de los cambios de hábitos que, a su juicio, se pueden realizar en el día a día para avanzar hacia sistemas de producción y consumo más sostenibles. Por ejemplo, ha señalado la dieta mediterránea, que «prioriza el consumo de alimentos de origen vegetal y pescado y modera la ingesta carne y productos lácteos».
Finalmente, el ministro de Consumo también ha señalado otras maneras de disminuir el impacto medioambiental como hacer la compra local y de proximidad, optar por aquellos productos animales que provengan de explotaciones donde se cumplan los estándares de bienestar animal o disminuir el sobreenvasado eligiendo fórmulas que impliquen un menor uso de plásticos.
