Al menos dos militares del Ejército filipino han muerto este jueves en un ataque perpetrado por miembros de la guerrilla del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA, por sus siglas en inglés) en la provincia de Abra, en el norte del país.
Las fuerzas filipinas han indicado que, además, un tercer militar ha desaparecido tras el ataque, que se produjo cuando los miembros del Ejército se desplazaban al municipio de Licuán-Baay para llevar a cabo operaciones de rescate tras el terremoto de magnitud 6,4 en la escala Richter que ha tenido lugar esta semana.
«Condenamos enérgicamente este acto bárbaro de un grupo terrorista comunista», ha aseverado Richardo García III, coronel de las Fuerzas Armadas, que se ha referido al NPA, brazo armado del Partido Comunista, según informaciones recogidas por el diario ‘Inquirer’.
Así, ha garantizado a la población, «especialmente a los familiares de los soldados, que se hará todo lo posible por perseguir a los perpetradores y llevarlos ante la Justicia».
Los enfrentamientos entre militares y miembros del NPA son frecuentes en Filipinas. Calificado como organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, el NPA es el ala militar del Partido Comunista de Filipinas y surgió en la década de los 60, lo que hace de ella una de las insurgencias armadas de izquierda más longevas de Asia.